Él sostuvo que el caso tiene evidencias e indicios, pero son “probabilidades” y el tribunal necesita “certezas”, para decretar responsabilidad penal sobre cualquier ciudadano.
“Nos encontramos en una insuficiencia probatoria y el tribunal, al no poder establecerse la responsabilidad penal de las personas, es una duda razonable, al no poder establecer responsabilidad penal, aunque existe evidencia, existen indicios pero no logran destruir la presunción de inocencia de los imputados”, dijo el juez en los últimos minutos del fallo.
Sin embargo, para el juzgador, a pesar de esto, dijo que pudo haber encubrimiento de parte de los equipos de la Policía Nacional Civil, debido a que la protección de la prueba “dejó mucho que desear”, y es que el juez concluyó que el cadáver de Dennis fue movido, al comparar el álbum fotográfico y el testimonio del forense. El primero indica que Dennis murió con una mano bajo su cuerpo, mientras que el forense dijo que lo encontró con las manos extendidas.
“Llama la atención por qué a Dennis le extienden los brazos”, cuestionó el juez en el fallo.
Dennis fue asesinado el 26 de marzo de 2015, en la finca San Blas, San José Villanueva, La Libertad; con él también fueron asesinados ocho personas más, a los que la PNC y la Fiscalía General de la República acreditaron que eran pandilleros.
Según la relación de los hechos narrados por fiscalía, un grupo de pandilleros se habían tomado la finca y esto fue denunciado por un informante clave León, a la PNC.
El juez dijo ayer que no se logró establecer quién era clave León.
Otro motivo por el que el juez cree que hubo encubrimiento es porque no se investigó a las personas que custodiaron la escena y al equipo de inspecciones oculares que presentaron un álbum fotográfico donde las únicas imágenes borrosas eran las de Dennis.
El juez señaló que el entonces jefe del GRP, Julio César Flores Castro, dijo que el procedimiento no tuvo ningún oficial a cargo, pero que es que sí hubo un jefe “lamentablemente no hubo investigación para arriba”, manifestó el juez, aludiendo a las jefaturas del grupo élite de la PNC.
En su decisión, el juzgador dijo que el procedimiento policial le genera dudas, pero que las pruebas balísticas no le dejaron claro si el hecho se trató de una ejecución extrajudicial.
La jefa de la unidad fiscal de homicidios, Guadalupe Echeverría, defiende este punto y dice que las fallas en esta prueba se debieron a que la División de la Policía Técnica y Científica se negó a hacer un peritaje balístico -y a la fecha se sigue negando-.
“No es porque fiscalía no puede individualizar, es porque la policía técnica y científica no acreditó, no fue concluyente en la individualización del arma; es más, el perito vino a decir que no se atrevía a decir que el arma era arma policial, situación bastante grave”, dijo Echeverría después del fallo.
Esta es la segunda vez que los policías son absueltos. La primera vez fue el 22 de septiembre de 2017, cuando otro juez del mismo tribunal estableció que fiscalía no pudo individualizar el hecho ni quién había asesinado a Dennis. A diferencia de este segundo fallo, el año pasado, el juez sí estableció la ejecución extrajudicial.
El juicio fue repetido debido a una orden de la Cámara de la Cuarta Sección del Centro de Santa Tecla.