Comandos de Salvamento y de la Fundación Fundación Horizontes para Los Pobres donaron sillas a un policía y a la hija de otro agente.


Dos agentes policiales claman por la solidaridad de la población. Uno está a punto de perder su pierda derecha a raíz de un accidente de tránsito y otro pide ayuda para su hija, quien corre el riesgo de quedarse sin sus dos piernas, tras padecer de un cuadro avanzado de diabetes. Su única esperanza es la cirugía especializada y oportuna.

El gran inconveniente es el factor económico, pues, al agente policial destacado en la Unidad de Mantenimiento de Orden (UMO), la cirugía le costaría más de $7,000; la intervención en la hija del otro agente costaría $5,000.

Ambos casos fueron dados a conocer públicamente este domingo por el secretario general del Movimiento de Trabajadores de la Policía Nacional Civil (PNC), Marvin Reyes, quien participó en una recolecta junto al representante de la Fundación Samaritanos de los Pobres, Rigoberto Espinoza.

“Se está recaudando el dinero para que el agente Holman pueda ser operado, él es un agente con más de 20 años de servicio; ha estado en unidades como la Sección Táctica Operativa y UMO”, indicó.

 

En un accidente.


Hace tres meses, David Holman Rivera Ángel sufrió una fractura expuesta en la “tibia y peroné” de su pierna izquierda cuando un conductor con su automóvil lo botó de la motocicleta en carretera de Sonsonate a San Salvador. Él se dirigía a su trabajo. El infractor huyó.
“Es una situación complicada, aparte del deterioro anímico que sufre al no poder hacer nada para mejorar la salud de su hija”. Marvin Reyes, secretario general del Movimiento de Trabajadores de la PNC

El agente fue intervenido en el Seguro Social, en donde le colocaron unas estructuras metálicas y, luego de más de tres años sin operación requerida, buscaron la atención privada, indicó Marvin Reyes, secretario general del Movimiento de Trabajadores de la Policía Nacional Civil (PNC).

 

Pide por su hija.


La hija del agente Anzora Reyes, quien reside en Ilopango, fue amputada de una pierna en el hospital Zacamil, en Mejicanos; sin embargo, requiere de un tratamiento de $800 mensuales y una operación de $5,000, lo que lo tiene al borde del colapso.

“Siente que ya tocó fondo, ha recurrido a préstamos constantemente para tratar la enfermedad de su hija y está ahogado”, dijo Reyes.

En ambos casos, los agentes alegan que sus ingresos no llegan a los $600 con las bonificaciones y no les es suficiente para cubrir dichos gastos.