La Fiscalía acusa al exagente de la PNC, Santos Hernández Beltrán y a los hermanos Samuel Elías y Oscar Remberto Delgado Navas, de haber confabulado para matar al dirigente del PCN.
Un perito en balística de la Policía Nacional Civil (PNC) afirmó ayer, que el arma y los proyectiles incautados en el proceso de investigación, fueron enviados al Laboratorio Técnico Científico de la Policía, y no corresponden a los utilizados en el asesinato del dirigente pecenista.
Aunque el arma sometida a experticia pertenece a uno de los procesados, la misma estaba en custodia del Ministerio de la Defensa desde antes del asesinato de Kury.
De ahí que los casquillos hallados en la escena no fueron disparados por el arma analizada y a este nivel del proceso, el arma que segó la vida de Kury, todavía es una incógnita.
El experto en balística afirmó que para descartar el arma de fuego incautada, tuvo que realizar 21 disparos y someterla a la mira telescópica entre otros análisis.
Durante la audiencia inicial, uno de los fiscales del caso expuso a la jueza que ese revólver fue utilizado para el hecho, ya que del cadáver de la víctima extrajeron dos proyectiles que, al ser comparados en un primer análisis balístico, resultó que eran del revólver 3.57 propiedad de Óscar Remberto Delgado.
Sin embargo, una polémica surgió porque la defensa de Óscar Remberto Delgado explicó a la jueza que esa arma había sido decomisada en 2011 y estaba en propiedad de la División de la Policíai Técnica y Científica (DPTC) desde entonces.
En ese momento, la jueza ordenó a la fiscalía que investigara cómo un arma que estaba decomisada apareció ligada a la escena del crimen de Ramón Kury.
Sin embargo, al llegar a juicio, la Fiscalía alega que no puede revelar datos de la investigación, debido a la reserva parcial que tiene el caso.
Cámaras y antenas.
Otra perito afirmó que con prueba técnica obtenida del sistemas de vídeo vigilancia y activación de antenas de teléfonos celulares, se pudo comprobar los movimientos de los acusados tuvieron el día de los hechos; en el caso del exagente Hernández Beltrán, su movimiento es detectado desde la Cima III de San Salvador hasta el momento que arriba a la sede del Partido PCN en la colonia Las Mercedes el día de los hechos.
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