Armando Durán busca justicia por el secuestro del que fue víctima hace 34 años. La Ley de Amnistía le imposibilitó esa búsqueda, que comenzó en 2016. / Francisco Valle.


La Cámara de Menores de San Miguel anuló el primer juicio por un crimen de guerra en El Salvador, por el secuestro de Armando Durán, ocurrido en 1986 y ordenó uno nuevo, que deberá ser dirigido por el juez interino de menores de San Miguel.

Esto luego que el pasado 16 de abril pasado, la jueza de menores de Usulután absolviera al único acusado del delito de secuestro del salvadoreño Armando Durán, a 34 años del hecho; en ese momento, la jueza argumentó que el delito prescribió y que nunca fue denunciado en la época.
"Esto no se había visto antes, es primera vez". Armando Durán, víctima de secuestro del ERP en 1986.

El mismo 16 d abril, la jueza de menores limitó el caso a delito común, pero ahora, la Cámara confirmó que se trata de un delito de lesa humanidad y por tanto, no prescribe.

El secuestro de Armando Durán fue el primero en denunciarse en la Fiscalía General de la República, luego que la Sala de lo Constitucional derogara la ley de Amnistía en 2016, y luego de un complejo camino judicial, el caso comenzó a ser ventilado en el juzgado de menores de Usulután, donde se decretó ser un delito de lesa humanidad.

En diciembre de 1986, Durán fue secuestrado por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), asociación que fue absorbida por el FMLN; según Durán, el imputado lo vigiló durante sus días de cautiverio y en el momento del secuestro tenía 17 años de edad, por ello el caso goza de reserva.

Sin embargo, Durán no solo denunció a los autores materiales, sino también a la comandancia de la guerrilla salvadoreña aglutinada en el FMLN.

Entre los denunciados que aún no han sido procesados están: Schafick Hándal, Joaquín Villalobos, Francisco Jovel, Eduardo Sancho y al expresidente de la República, Salvador Sánchez Cerén.

Durán permaneció 32 días en cautiverio en los campamentos guerrilleros del ERP, en Usulután y era constantemente movido de lugar, debido a los bombardeos de la Fuerza Armada.

En su denuncia a la Fiscalía, Durán dijo que los guerrilleros del ERP pusieron su vida en peligro siempre, pues en lugares cercanos a él fabricaban bombas y armas para atacar a la Fuerza Armada.

Durán fue liberado, luego que su familia entregara dinero, dos plantas eléctricas, dos máquinas para hacer esténcil, 15 piezas de tela verde olivo y 30 vacunas antitetánicas.