Una segunda pericia financiera contable ofreció ayer la defensa del empresario hotelero, José Adán Salazar Umaña -conocido como "Chepe Diablo", y su hijo José Adán Salazar Martínez, en la que justifica sus ingresos y bienes obtenidos entre 2003 y 2017.
Ambos están acusados de lavado de dinero y activos y el hijo de "Chepe Diablo" ha sido declarado prófugo de la justicia.
El perito afirmó que la auditoría realizada a la familia Umaña Salazar le ocupó ocho meses y la fundamentó en los estados financieros de los empresarios y la documentación incautada por la Fiscalía General de la República y declaraciones de la renta y el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
El abogado David Morales, uno de los defensores del empresario y su hijo afirmó que el perito propuesto por ellos había hecho un buen análisis financiero de sus clientes “y no como los peritos de la Fiscalía que se basaron en un sistema de ingresos bancario para determinar incremento patrimonial no justificado”.
Y es que Fiscalía comparó los ingresos que José Adán Salazar obtuvo según los registros bancarios y los reportados en las declaraciones de la renta e IVA, así como por información adicional ofrecida por el Ministerio de Hacienda, Corte de Cuentas y otros registros públicos.
“Ahí no tomaron en cuenta impuestos Fovial, que tiene que ver con la venta de combustible, que es a lo que se ha dedicado el señor Salazar Umaña”, sostuvo el defensor.
Sin embargo, Fiscalía es del criterio que esta es una pericia incompleta porque solo se basa en la contabilidad de las empresas vinculadas al imputado y no recoge toda la documentación bancaria que ampara o comprueba los registros contables.
“La pericia recién comienza, son datos preliminares, la defensa ha hecho pocas preguntas únicamente basado de su pericia pero no ha explicado de qué fuente se obtuvo la información, cuál fue el proceso que realizó, quizás por el poco tiempo que tuvo, no se ha fijado la hipótesis”, afirmó uno de los fiscales.
Los cuestionamientos de la pericia
Como punto de partida, el perito dijo que José Adán Salazar Umaña al 31 de diciembre de 2003 tenía un patrimonio calculado en $967,233.29 y que entre efectivo y depósitos a plazo en bancos su capital era de $707,148.79.
Afirmó que en 2003, tenía bienes inmuebles a su nombre que suman $362,887.45 e inversiones por $140,127.96; detalló que del 23 de mayo de 1997 al 7 de enero del año 1999 fue accionista en un 25% de Agroindustria Gumarsal.
La auditoría refleja que Salazar Umaña vendió sus acciones de Agroindustria Gumarsal a Wilfredo Guerra, imputado en su condición de rebelde, y al exalcalde Metapán Juan José Umaña Samayoa.
En las demás, Salazar Umaña tenía una participación del 60 % de las acciones en Hoteles Salvadoreños (Hotesa), 70% en Inversiones Salazar, 33.23% en Desarrollo Montecristo y 34% en Servicios Logísticos.
El contador público afirmó que José Adán Salazar Umaña, según el Ministerio de Hacienda, estaba dentro de la clasificación de comerciante e inversionistas y que en su condición declaró entre 2004 y 2016 ingresos por $22,529,389.93, más costos y gastos por $18.489.844.66.
Además según escrituras e informes del Centro Nacional de Registro, el experto afirmó que su patrimonio neto sumaba $789,426.62, su pasivo o deudas 362,498.45 y sus activos (capital, inversiones) $1,151,925.09.
El estudio reveló que Salazar Umaña tuvo un flujo de efectivo al inicio de la pericia de $388,330.75 en 2003 y que al 31 de diciembre de 2016 era de $5,740.184.09
En ese mismo lapso, dijo el perito que Salazar Umaña pagó en concepto de impuestos $766,127.93. Entre tanto, reconoció que el Ministerio de Hacienda encontró que Salazar Umaña no había declarado todos sus ingresos obtenido en 2010 y 2011, y tuvo que saldar $34,966. 87 en concepto del impuesto de la renta e IVA.
“Fueron errores, no de Salazar Umaña sino del contador en cuanto a las declaraciones pero eso ya se corrigió”, detalló el defensor.
“Todos esos montos que el perito ha mencionado es debido al crecimiento que el señor Umaña Salazar ha tenido como empresario, él no es empresario desde el 2003, sino desde hace muchos años atrás”, afirmó Morales.
Las cifras que el perito ha manejado demuestran que Salazar Umaña tenía suficiente capacidad de pago para adquirir bienes muebles o inmuebles no como lo ha sostenido la Fiscalía, detalló Morales.
Dentro de su patrimonio, el perito afirmó que Salazar Umaña era propietario de diez propiedades entre lotes, residencias, predios o áreas comerciales y casas de campo; los predios fueron utilizados para la instalación de gasolineras en Metapán, cantón Comecayo, barrio La Cruz y Santa Lucía en Santa Ana así como en Candelaria de La Frontera; también se registra una casa de campo en cantón Los Planes de Lago de Coatepeque.