Y es que los estafadores son personas que tienen facilidad de palabra y poder de convencimiento, así lo define el jefe del departamento de investigaciones de la delegación Centro, Vladimir Prado.
“La estafa proviene de sujetos que tienen una historia bien armada, bien hechita y que tienen facilidad de palabra y poder de convencimiento. Inventan cualquier historia, las más comunes son que quieren vender una barra de oro, le muestren una barrita amarilla que simula ser oro y se la intentan vender, le dicen que se han quedado sin pasaje y que no pueden llegar a la joyería pero que esa la tiene valorada en $200 o $400 pero que se la va a dar en $50. Mucha gente cae. Le dan $50 o $100, van a la joyería y se dan cuenta que es metal común”, relata el investigador.
Sin embargo, cuenta que existe otra modalidad que se basa en aprovecharse de la buena fe de las personas: las donaciones.
Diario El Mundo documentó tres estafas donde los estafadores utilizaron comprobantes de dos instituciones conocidas y una falsa.
La primer institución utilizada fue la Cruz Roja salvadoreña. A la víctima le pidieron una donación para combustible y a cambio entregaron un comprobante con una firma, supuestamente, del vocero Carlos López Mendoza.
Este periódico consultó a López Mendoza si la firma era verídica y aseguró que era falsa.
Una fuente de la Cruz Roja explicó que la institución solo recibe donaciones de particulares a través de descuentos en planillas salariales y por tanto la modalidad es diferente; además, la institución recibe un presupuesto del Estado.
La segunda institución utilizada es Funter, donde la víctima recibió un comprobante similar al de la Cruz Roja; al consultar a la institución y mostrar el comprobante también afirmaron que el documento era falso.
“Nadie puede pedir en nombre de Teletón, si quieres colaborar utiliza nuestros puntos autorizados”, dijo la institución al referir que la única forma en la que piden colaboración es a través del evento que realizarán el próximo 14 y 15 de diciembre.
La víctima estafada también recibió otro comprobante de parte del estafador, pero esta vez inventó una institución “Fundación Ayuda a los Pobres”, con una firma a nombre de Eduardo Antonio Urrutia.
Este periódico consultó al departamento de comunicaciones del arzobispado de la iglesia católica por la fundación y la firma del supuesto sacerdote y señalaron que no existen; agregaron que en otras ocasiones, terceros han preguntado por la existencia de la referida fundación y se han llevado la sorpresa que han sido estafados, aunque siempre por cantidades pequeñas.
Ante este mecanismo de estafa, las autoridades llaman a la población a no dejarse engañar y a las instituciones que han sido utilizadas a interponer las denuncias.
“Casos como éste no se denuncian porque la víctima está convencida que hicieron una obra de caridad”, agregó el investigador Prado.
Otras estafas comunes
Según el investigador Prado, otros tipos comunes de estafa son las compras de vehículos, donde en la mayoría de casos, los carros que los estafadores venden son rentados.
Otra forma de estafa es la clonación de tarjetas de crédito o débito en “post” a través de lectores llamados “skimmer” y la tercera y la más compleja es en la venta de propiedades, donde ya intervienen varias personas.