Uno de cada cuatro salvadoreños, adultos, padece una enfermedad cardíaca, según un estudio denominado “La carga económica de las enfermedades cardíacas en América Latina”, desarrollado por Deloitte Access Economics. El estudio también revela que sólo El Salvador gastó $229 millones en 2015 en atención médica, pública y privada, en dichos pacientes.

“Eso incluye todos los costos de la salud para los tratamientos, hospitales, no solo lo que paga el gobierno, sino también lo que paga cada ciudadano y también incluye la pérdida de productividad que las personas sufren, así que hay personas que tal vez tienen días libres y van a estar ausentes del trabajo, otros que trabajan menos, son menos productivos, hay personas que tienen que reducir sus horas laborales o irse del trabajo. El costo es significativo para la economía como para el sistema de salud”, explicó la investigadora Lynne Pezzullo a Diario El Mundo.

Este gasto solo es en cuatro enfermedades específicas: hipertensión, insuficiencia cardíaca, infarto del miocardio y fibrilación auricular. El cálculo se hizo con el número de las personas con enfermedades cardíacas en un periodo y los costos asociados con la enfermedad en ese tiempo.

“En El Salvador, el costo en el sistema de salud por estas cuatro enfermedades es de 8.5 % de todo el gasto en salud, es una proporción bastante fuerte del gasto, sobre todo en enfermedades del corazón, y el 31 % son muertes debidas a esta condición. Así que también eso es muy alto”, agregó Pezzullo.

En el estudio realizado a nueve países, en El Salvador el gasto es mayor. Se practicó en México, Panamá, Ecuador, Perú, Colombia, Venezuela, Brasil, Chile y El Salvador.

 

No existe prevención

La investigadora australiana señala que el motivo principal para que el país tenga el gasto en total más elevado es que no existe la prevención, sino solo la medicina curativa.

“Hay que derivar la atención de la salud a la prevención, porque si uno se toma la tensión y se da cuenta que es hipertenso, toma su terapia, si uno hace que las personas comiencen a hacer ejercicio, hubiera menos gastos en el sistema de salud”, explica.

En total, 1.05 millones de salvadoreños en el 2015, fueron afectados por las enfermedades cardíacas, principalmente por la hipertensión y por la falla cardíaca. De éstos, el 0.3 % perdieron la productividad y el 5 % su bienestar, a causa de estas enfermedades.

“El mensaje es (que) toda la región necesita invertir más en prevención y la Organización Mundial de la Salud tiene una meta de reducir la mortalidad de 31 % a 25 % de muertes para el año 20-25”, agregó.