De vocera de la Comisión de Derechos Humanos en El Salvador, durante el conflicto armado, a aspirante a la secretaría ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; la salvadoreña, Celia Medrano, ve un comportamiento regresivo en la situación de derechos humanos en el país, señala al Ejecutivo de justificar violaciones a los derechos humanos y de resquebrajar los avances del sistema democrático. Hace tres propuestas a la Organización de Estados Americanos para ser considerada como secretaria ejecutiva de la CIDH en febrero próximo.

 

¿Cuáles es su reacción al ser una de las 10 finalistas a la secretaría ejecutiva de la CIDH?

He planteado que quiero que esto se interprete como un reconocimiento a defensores y defensoras de derechos humanos tanto las que ya no están, la situación actual que vivimos en el país a pesar que enfrentemos una situación de violencia con muchas víctimas y una situación de riesgo a la institucionalidad democrática, a la poca institucionalidad democrática, lo grave desde la firma de los Acuerdos de Paz, la situación que vivimos actualmente la debemos a una cantidad enormes de defensoras y defensores de derechos humanos que muchos de ellos ya no están.

Quiero hacer referencia a Marianela García Díaz, a Herber Anaya Sanabria, a dos de los cuatro defensores de derechos humanos asesinados por diferentes fuerzas estatales durante el conflicto armado.

Es una postulación para Centroamérica, soy la única candidata mujer centroamericana que está en este listado de 10 finalistas. Las comisionadas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tienen que seleccionar cinco más, estas cinco serían entrevistadas por los comisionados y comisionadas de la CIDH y de ese último proceso en febrero se sabría quién es la persona seleccionada para tenerla a consideración y ratificación del secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.

 

¿Cuáles son las aspiraciones de llegar a la secretaría ejecutiva de la CIDH?

Cada candidato, candidata ha tenido la oportunidad de presentar sus propuestas a través de un video que circula actualmente en la página web de la OEA y de la Comisión Interamericana, en mi caso he planteado tres enfoques concretos.

Uno, el poder acercar a las víctimas directamente al sistema interamericano. Ya ha habido reformas, hace 20, 25 años hubo reformas al reglamento de la CIDH que principalmente establecieron mecanismos para que una víctima de manera directa pueda acudir a la Comisión Interamericana y no hacerlo a través de intermediarios, de organizaciones intermediarias que son importantes que existan y que hayan, pero dar ese paso que sea la misma víctima la que pueda ser la interlocutora directa de su caso ante el sistema interamericano, creo que hay profundizar en los mecanismos que continuen facilitando.
“Creo que los Estados deben de ver a la Comisión Interamericana como un aliado no como un enemigo desde un enfoque preventivo puede hacerse mucho para que las víctimas no se vean obligadas a recurrir a instancias supranacional”.

Otro aspecto es contribuir a que sea más ágil el sistema, a que los procesos entre los plazos de recibir o una renuncia, una petición a la población que sean muchos más cortos para resoluciones efectivas en función de la prioridad que demandan los acontecimientos, una resolución de señalamiento por violación a derechos humanos emitida 10 años después de los acontecimientos es importante siempre será importante, pero seria mucho más efectiva si estos plazos logran acortarse.

Además, el sistema permite que puedan generarse otros mecanismos que permitan no esperar necesariamente hasta una resolución final. Las medidas cautelares son unas de ellas, por ejemplo, pero también el seguimiento a las medidas cautelares, el seguimiento que están cumplidas las medidas cautelares en función de proteger de manera inmediata a una víctima o potencial víctima de violaciones a derechos humanos.

Y el tercero, que está contemplado en el plan de trabajo estratégico de la Comisión Interamericana actual, la secretaría ejecutiva de la CIDH va a estar al frente de una evaluación con respecto al plan de trabajo actual y la generación de procesos va de nuevo al trabajo institucional, pero pienso que va a ser muy importante reforzar las relaciones con los Estados desde un enfoque preventivo, seguir dando capacitaciones, opiniones consultivas orientaciones a los diferentes actores estatales y no esperar que haya una denuncia, que haya una petición específica sobre la cual deba actuarse.

Creo que los Estados deben de ver a la Comisión Interamericana como un aliado no como un enemigo y desde un enfoque preventivo puede hacerse mucho para que las víctimas no se vean obligadas realmente a recurrir a una instancia supranacional, a partir de que sus propios Estados no fueron capaces de dar una respuesta ante los hechos que han tenido que enfrentar.

 

¿Qué lectura hace de la situación de Derechos Humanos en El Salvador?

Pienso que estamos enfrentando una situación de regresión con respecto a lo poco que se había logrado en materia de institucionalidad democrática, ya había una situación difícil en materia de derechos humanos antes de la actual gestión gubernamental. Solo el hecho de dar respuestas desde un enfoque de seguridad pública, el fenómeno de la violencia que se viven actualmente en el país, ya habían sido señalados con anterioridad por parte de diferentes instancias de derechos humanos a nivel nacional e internacional.

Pero el 9 de febrero marcó un antes y un después, estamos ante una situación en donde al menos había un entendimiento de acatar el rol contralor que tienen los tres órganos del Estado principales en el país y ahora eso se ha quebrado por una gestión desde el órgano Ejecutivo que se ha caracterizado por no respetar a los otros órganos del Estado y atacarlos, en justificar violaciones a derechos humanos, supuestamente, para garantizar derechos de la población y escudado en un apoyo social, en un apoyo manifestado en votos a la actual gestión gubernamental que no debe de ser aceptado.

Ya estábamos en una situación delicada en materia de derechos humanos en el país y ahora estamos de manera muy acelerada viendo un comportamiento regresivo, a lo poco que se había alcanzado lograr, tengo que advertir que en el caso que asumiera la secretaría ejecutiva de la CIDH por razones obvias, éticas y de no ser susceptibles a eventuales conflictos de interés los casos relacionados con El Salvador, yo tendría que marcar algún tipo de distancia en caso estuviera ejerciendo este cargo.

 

¿Ha habido avance en la reparación de derechos humanos?

Pienso que hay un irrespeto a las víctimas de la impunidad que se ha vivido durante el periodo de conflicto armado sin entender, o sin querer entender que la impunidad de ayer nos arrastra a nuevas impunidades, nos arrastra a la impunidad de ahora, actores que han sido condenados a nivel internacional como Inocente Montano por el caso de los jesuitas. No se cuenta con una ley de justicia transicional que la Sala ordenó en su sentencia.

 

El perfil


Celia Medrano, defensora de derechos humanos

Nació: en 1954.

Estudios: Periodista, graduada de la Universidad de El Salvador con especialización en Derechos Humanos, esta última obtenida en la Organización Internacional por el Derecho a la Educación (OIDEL).

Ocupación: Defensora de Derechos Humanos.

Trayectoria: Ha sido parte del Consejo asesor del Sistema de Integración Centroamericana, cónsul de El Salvador en Washington DC, Maryland y Virginia, vocera de la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador entre 1987 y 1997.