La víctima, de la tercera edad, vendió su casa en Virginia, Estados Unidos en 2016 y el dinero se lo entregó en cuatro certificado a plazo, supuestamente a Ávalos Ramos, a cambio de la rentabilidad prometida.
El fiscal del caso manifestó que la víctima transfirió los $100,000 al imputado y este le devolvió cuatro copias de certificados por $25,000 cada uno firmados y sellados por él; sin embargo, el tiempo pasó y nunca le entregó los originales.
“Cuando la víctima pidió que le enviara los originales, el imputado le contestó que no porque podía tener problema con las autoridades y lo acusarían de lavado de dinero… ese fue el ardid o engaño con el que mantuvo engañado al señor”, explicó el fiscal del caso en el juicio.
Después, aparentemente, el imputado desapareció y la víctima entendió que todo era una estafa y denunció el caso en Fiscalía; el Ministerio Público investigó en las corredoras de bolsas y por ningún medio se pudo constatar que habían emitido certificado de depósito a plazo que sumaran $100,000 a favor de la víctima.
A partir de ese momento, fue ubicado Ávalos Ramos para que responda por este caso. Ayer en el inicio del juicio, el imputado presentó los cuatro certificados que entregó a su víctima, pero el juez consideró que esos documentos debió haberlos puesto a la orden del juez instructor y no hasta este momento.