Una banda de nueve supuestos asaltantes entre ellos tres policías, que simulaba operativos policiales para saquear casas y negocios en diferentes puntos del país, fueron llevados a juicio este lunes, en el Juzgado Especializado de Sentencia de “C” de San Salvador.

La Fiscalía los acusa de perpetrar nueve casos de robos agravados y un homicidio en 2018, este último en perjuicio de Jorge Cortez.

El proceso fue divido por problemas de enfermedad de los imputados, por lo que en esta ocasión, solo son juzgado seis de los nueve casos imputados.


Los robos fueron cometidos en Sonsonate, Usulután, Cuscatlán y La Libertad, en los que participaban grupos de cuatro y siete sujetos armados de escopetas y con uniformes policiales.


“En algunos de los casos establecían controles vehiculares en carretera, vistiéndose de Policía para que los conductores se detuvieran y de esa manera proceder a despojar de sus pertenencia a las víctimas”, dijo la fiscal del caso.


En tanto, en casas y negocios, los imputados simulaban registros con prevención de allanamiento por parte de la Policía, pero ya en el interior, sustraían todo lo de valor que tenían: electrodomésticos, cajas fuertes, dinero en efectivo y mueblería.


En La Libertad en uno de los atracos, la víctima descubrió a los delincuentes y les advirtió que ellos no eran policías y por eso lo mataron, afirmó la fiscal.


“En el lugar la víctima estableció o pensó y les dijo: ustedes no son policías y le dispararon”, remarcó la fiscal.


Uno de los imputados, Cristian Adonay Martínez Ramos, acusado de uso de documentos falsos, manifestó al juez en su declaración indagatoria, que él es una persona honrada, trabajadora y su único pecado fue haber aceptado una tarjeta de crédito que un banco le ofreció, y de haber recibido un cheque por un crédito personal aprobado.


“En una semana de haberme hecho el ofrecimiento, del banco me llamaron para que fuera a firmar los documentos para recibir la tarjeta de crédito y el préstamo personal, me entregaron un cheque y la tarjeta, cambié el cheque y lo invertí en un negocio de mi esposa, deuda que aún sigo pagando”, afirmó Martínez Ramos.


El joven negó conocer a los demás miembros de esa estructura con el que lo vinculan en los ilícitos.


La fiscal del caso explicó que el delito fue cometido por Martínez Ramos al presentar una constancia salarial de otra empresa, y no donde laboraba a la hora de recibir el crédito.


Fiscalía manifestó que cuenta con el testimonio de uno de los miembros de esa banda, quien identifica a cada uno y en cada uno de los robos que participaron.