Fotografía: Oscar Machón/DEM
El cardenal Ricardo Ezzati, enviado especial del papa Francisco a El Salvador, felicitó hoy a los miles de feligreses que caminaron con "fe y devoción" durante
una peregrinación de más de 150 kilómetros, que culminó este día en Ciudad Barrios (este), pueblo natal de beato Óscar Arnulfo Romero.
El también arzobispo de la ciudad de Santiago de Chile participó este domingo de un acto religioso en honor al centenario de natalicio de Romero, que nació en Ciudad Barrios el 15 de agosto de 1917.
Durante su mensaje a los feligreses, que el pasado viernes salieron de San Salvador hacia la "cuna" de Romero, el cardenal Ezzati hizo referencia al legado que monseñor Romero dejó al pueblo salvadoreño y el cual "debe de ser retomado por todos aquellos que quieran vivir en paz y en armonía".
El enviado papal dijo sentir "muy contento" por la participación de muchos jóvenes en la peregrinación, en la cual, a criterio del religioso, se "dejó ver la fraternidad que ustedes tiene como pueblo salvadoreño".
Ezzati culminó su mensaje agradeciendo al obispo Romero por "dar fortaleza y permitir que todos los feligreses caminaran con bien y llegarán hasta su destino". "Gracias hermano obispo (Romero), testigo de Jesucristo, pastor fiel y, como he escuchado de muchos de ustedes, profeta de esta patria grande", agregó.
En el evento religioso también participó el cardenal salvadoreño, Gregorio Rosa Chávez, quien anunció que a partir de esta experiencia cada año se realizará una peregrinación en agosto durante tres días, para celebrar el natalicio de monseñor Remero, asesinado el 24 de marzo de 1980 por un francotirador desconocido mientras oficiaba una misa.
Los feligreses recorrieron más de 150 kilómetros desde San Salvador hasta la localidad de Ciudad Barrios. El trayecto contempló cuatro paradas, en los municipios de San Rafael Cedros (oeste), Apastepeque (este), Moncagua (sudeste) y Chapeltique (suroeste), donde los asistentes descansaron.
Romero, beatificado en una multitudinaria misa el 23 de mayo de 2015 en San Salvador, se caracterizó por constantemente denunciar en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil y otras violaciones a los derechos humanos.
Un informe de la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas, que investigó las violaciones a derechos humanos durante la guerra salvadoreña (1980-1992), determinó que el exmayor del Ejército y fundador del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Roberto D'Aubuisson, dio la orden de asesinar a monseñor Romero.