Habitantes de la comunidad Milagro de Dios, en el cantón Altos del Jalacatal, en San Miguel, evacuaron voluntariamente sus casas ayer, debido a que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la empresa que construyen el segundo paquete del bypass dinamitaron rocas en tramos de la carretera Panamericana.
Son más de 300 habitantes, entre niños, adultos mayores y jóvenes, que salieron de sus viviendas construídas de láminas y material mixto, desde la mañana y aunque regresaron en la tarde, hoy volverán a evacuar, porque los trabajos de fragmentación seguirán y se harán nuevamente el próximo 22 de diciembre.
“Son alrededor de siete años de habitar la zona y nunca ha habido necesidad de retirarnos, pero nos pidieron que desalojáramos y todo se ha realizado y coordinado debido a las detonaciones por los explosivos controlados que se van a dar, de acuerdo a una roca que han encontrado justamente en la oreja donde pasa el bypass”, dijo uno de los vecinos.
La líder comunal, Imelda Portillo, dijo que las familias salieron voluntariamente para evitar accidentes o “tóxicos” de la dinamita y que pueden afectar a personas enfermas o el resto de la comunidad.
“Se evacuaron voluntariamente los habitantes de las 45 viviendas, incluso seis personas con problemas de salud terminales, niños menores de un año y mujeres embarazadas” aseguró Imelda Portillo.
Los afectados buscaron familiares para alojarse durante el día, a pesar que MOP colocó canopis en la zona norte, donde se taló el bosque, pero las altas temperaturas obligaron a buscar otras opciones para pasar el día.
Esta es la primera vez que las familias abandonan sus hogares, por lo que empleados del MOP, montaron guardia para proteger las pertenencias de las familias, mientras realizan los trabajos.
Se evacuaron voluntariamente los habitantes de las 45 viviendas, incluso seis personas con problemas de salud terminales”. Imelda Portillo, líder de la comunidad
Aviso.
El miércoles, el MOP envió un comunicado donde le pedía a los conductores que buscaran vías alternas ya que debido a la extracción de rocas la carretera permanecería cerrada por el lapso de tres horas en ambos sentidos, por lo que no se permitió el paso de vehículos, motocicletas ni peatones en la zona o alrededores donde se realizan los trabajos del bypass en San Miguel.
La zona fue acordonada por la Policía Nacional Civil a unos 300 metros a la redonda de donde se realizaran los trabajos para orientar el tránsito vehicular e indicar rutas alternas, para los que viajen hacia San Salvador o San Miguel.
Las empresas constructoras implementaron un protocolo de seguridad donde estuvo Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos, por alguna emergencia dijeron.
El periférico Gerardo Barrios o bypass de San Miguel consiste en cuatro etapas, aún se construye la segunda, y consiste en la ampliación a cuatro carriles desde el kilómetro 131.77 de la carretera Panamericana, en El Obrajuelo hasta el cantón Hato Nuevo, 200 metros antes de la intersección con la carretera hacia la ciudad de San Francisco Gotera, con una longitud de 8.39 kilómetros, de los cuales 7.6 es tramo de apertura y 0.765 de ampliación sobre la carretera Panamericana.