El Juzgado Especializado de Sentencia B finalizó el juicio contra ocho pandilleros de la Mara Salvatrucha quienes en marzo de 2019 tenían como misión asesinar al alcalde de San José Guayabal, Mauricio Vilanoba, pero el fallo será conocido hasta el 30 de junio.
El fallo será contra Edwin Alixi Ayala, Ever Campos Mos, Cristian Carpio Molina, José Martínez Sandoval, José García Beltrán, acusados de proposición y conspiración en el delito de homicidio agravado, en perjuicio del Alcalde de San José Guayabal ocurrido en marzo de 2019.
El alcalde Vilanova, quien se presentó a declarar el martes por la tarde en su condición de víctima y testigo, pidió al tribunal que imponga la pena que se merece al grupo de sujetos que intentó asesinarlo por el hecho de impulsar desde el año 2000 a la fecha un programa que no deja que las pandillas en el municipio asesinen, extorsionen, creen zozobra en la población y rompan con la paz social.
Desde el 2000 soy alcalde de San José Guayabal, implementando políticas públicas de prevención con policías y militares…elementos policiales me informaron que miembros de la MS del municipio, querían atentar contra mi familia y mi persona”, sostuvo el alcalde.
Como consecuencia, la ranfla nacional de la Mara Salvatrucha ordenó que adonde quiera que se encontraran al alcalde Vilanoba fuera asesinado él y su familia; incluso habían dado la orden que le lanzaran una granada.
Otros casos
En el mismo juicio, este grupo de pandilleros es procesado por obligar a un comerciante de la colonia Las Delicias en San Martín que abandonara su negocio. La víctima también se presentó al juicio y relató los hechos al juez.
La víctima afirmó que tres sujetos llegaron a su negocio y lo invitaron a salir de su negocio; cuándo este salió, uno de ellos le ordenó que se fuera inmediatamente de la zona y que no regresara más.
El comerciante, tal y como andaba, tomó su vehículo y salió de la zona, pero antes, los pandilleros lo despojaron de su billetera que contenía $300 y sus documentos personales. Adelante a unos metros, venía una patrulla policial que había sido alertada que un grupo de pandilleros atentarían contra una personas.
Luego, la víctima confesó que los agentes policiales que venían en pos de su auxilio, lo invitaron a ir a denunciar el caso a la delegación de Soyapango.
En el mismo caso, una mujer que dijo ser enfermera comunitaria, la Mara Salvatrucha, le llamó en siete ocasiones para obligarla a que transportara unas prendas de vestir de uno de los pandilleros de una comunidad a otra; y además le pidieron un maletín grande donde cupiera un fusil M-16 y varias granadas.
La mujer dijo que no tenía un maletín de ese tamaño y que por esa razón no lo concedió a la pandillas, sin embargo fue procesada por agrupaciones ilícitas quien fue condenada a tres años de prisión que le sería cambiado por trabajo de utilidad público.