Aunque José Adán Salazar, alias “Chepe Diablo”, el exalcalde de Metapán Juan Umaña Samayoa y su grupo familiar están ligados al tráfico de droga desde Nicaragua y perfilados como supuestos prominentes integrantes del “cartel de Texis”, la Fiscalía no pudo enjuiciarlos por tráfico de droga ya que el ilícito prescribió.
El delito que se paga con una pena máxima de 20 años no se podía atribuir al clan Umaña Salazar porque los hechos en los que se vieron vinculados ocurrieron entre 1995 y 2003, dijo un fiscal.
Sin embargo, la Fiscalía General de la República busca sacarle ventaja a los supuestos trasiegos de droga ligados a las familias Salazar Umaña y Umaña Samayoa entre 1995 a 2003, para demostrar al Tribunal Segundo de Sentencia que los $132 millones que se le cuentan, provienen del tráfico ilícito de droga, tráfico ilícito de personas y evasión fiscal; y deben ser condenados por lavado de dinero y activos.
De acuerdo con uno de los fiscales, el delito de lavado de dinero se configura cuando se prueba que los ingresos de una persona o sociedad han tenido su origen en actividades ilícitas y el ilícito no caduca en el tiempo, lo que no sucede con el delito de tráfico ilegal de droga que prescribe a los 10 años, según el Código Penal vigente.
Para abonar al plan de la Fiscalía, 14 testigos -todos agentes e investigadores policiales de la División Antinarcóticos y la División de Extinción de Dominio y delitos financieros- han declarado sobre los diferentes procedimientos en los que los acusados se han visto involucrados.
“Con los testigos se ha acreditado la recolección y el procedimiento legal de toda la investigación”, afirmó el fiscal.
Agregó que todos han acredito en su relato la actividad del narcotráfico como uno de los delitos precedentes del lavado de dinero y que se ha sostenido en investigaciones que arrancaron desde 1997, que detallan una serie de actividades ligadas directamente al cartel de Texis en Metapán, Santa Ana y alrededores.
Según los fiscales, “se determinó que José Adán Salazar y el exalcalde de Metapán eran personas que tenían un grado de perfil jerárquico de mando y que desarrollaban operaciones sospechosas junto a algunos que son procesados en este juicio y otros que ya descuentan condenas por el delito de narcotráfico”.
“En el proceso de la investigación se ha establecido la vinculación que ha existido entre José Adán Salazar y Moris Alexander Bercián Manchón, alias ‘El Barney’, que salió mencionado por conducta propia, que lo referían al movimiento de droga al igual que con el ‘Burro Herrera’ por los kilos de cocaína que le ayudaba a mover de Guatemala a El Salvador y viceversa”, sostuvo el fiscal.
Los investigadores policiales han establecido que José Adán Salazar y Juan Umaña aportaban al cartel de Texis infraestructura relevante para el almacenaje de la droga, pusieron a su disposición las 32 empresas fachadas para poder mover el dinero que provenía de la droga. Estos movimientos fueron constantes entre 1997, 2003 y 2013.
“Chepe Diablo y el exalcalde junto a su grupo familiar no pudieron ser procesados por tráfico de drogas ante la falta de la herramienta como el Centro Nacional de Escuchas, porque cuando se judicializó y podía constituir como prueba penal, estas personas no participaron, es claro porque tenían la capacidad e inteligencia de no realizar llamadas entre ellos para no ser vinculados con el delito de drogas”, reconoce el fiscal del caso.
Ocho testigos declaran en juicio
En la jornada judicial de este miércoles declararon ocho investigadores policiales que participaron en la investigación contra José Adán Salazar Umaña y Juan Umaña, y sus grupos familiares.
En uno de los casos, un investigador afirmó que el 4 de abril de 2017 allanaron una residencia de José Adán Salazar en cantón Los Naranjos en Sonsonate, donde incautaron varias evidencias entre ellas dos facturas de compra de combustible ; una por $20,560 y otra por $21,450.
Además encontraron un manuscrito de un empleado de José Adán Salazar que le pedía asistencia legal “y le hace ver que necesita apoyo, que él conoce al fiscal y al juez que lo procesa y que bastarían unas palabras de él (Chepe Diablo), para que esa persona se vea beneficiada. Es importante destacar como ellos han influido y han corrompido el sistema”, afirmó el fiscal.
“Unas palabras suyas bastarían para que yo salga de este lugar (prisión)”, decía el manuscrito.
Ese mismo día, también allanaron la residencia de Susana Salazar en Bosques de Santa Elena II, Antiguo Cuscatlán, La Libertad; ahí dijo el agente se incautaron siete evidencias varias laptops, dos vehículos y en ellos habían dos paquetes con dinero envueltos cada uno en pañoleta roja, en uno había $1,700 y en el otro una cantidad de dinero no determinada en monedas, que sumado los dos paquetes hicieron $2,132. En ese registro fue detenida Susana Salazar, acusada de lavado de dinero y activos.
También se allanó el hotel Capital en las cercanías de la Ceiba de Guadalupe en Antiguo Cuscatlán, La Libertad. Una investigadora que participó en el procedimiento describió sus principales características: dijo tenía 11 plantas, 1 sótano, 56 habitaciones y que en el octavo piso estaban las oficinas administrativas encabezado por José Adán Salazar, Sara Paz y otros acusados.
En el procedimiento dijo la agente que solo había un huésped que hacía uso de las instalaciones, las demás habitaciones estaban vacías. También explicó que de ese inmueble extrajeron ocho evidencias en 12 cajas con documentos, dos pasaportes, escrituras, compraventas y destacó el hallazgo de un lujoso reloj que estaba valorado en $5,000.