La tesis fiscal es que las sociedades de Jorge Hernández simularon servicios a Casa Presidencial y el dinero era transferido a las sociedades RyM y Rivera Crespín, y luego regresaron a otras sociedades, incluidas unas del expresidente Saca.
Este dinero que quedó en las sociedades de Hernández habría hecho crecer su patrimonio y los bienes que ahora están en proceso estarían valorados en unos $15 millones, según la fiscalía. Todo esto habría ocurrido entre 2004 a 2009.
De todos los bienes, seis están a nombre de Jorge Hernández, uno a nombre de su exesposa, Flor Ventura y el resto a nombre de las sociedades del expresentador.
La jueza especializada de extinción de dominio tiene cinco días para admitir o rechazar la solicitud fiscal; el 15 de diciembre del 2017, la fiscalía pidió medidas cautelares para los bienes inmuebles, para que éstos quedaran inmovilizados y bajo la administración del Consejo Nacional de Administración de Bienes (Conab).
El fiscal señaló que entre las pruebas presentadas a la jueza están documentos, valúos, testimonios y la misma confesión del expresidente Antonio Saca, quien admitió haberle dado dinero para que en su labor como periodista “hablara bien de él”. En su confesión, Saca dijo haberlo llevado a Egipto a una gira presidencial con dicho fin.