En el caserío Los Ríos, cantón Los Hornos, de San Francisco Javier, Usulután, fueron encontrados los restos de la agente Carla Ayala, que tras una prueba de ADN confirmaron su identidad. / Archivo DEM.


La jornada en el juicio contra 13 imputados en el caso del feminicidio de la agente Carla Ayala en su quinto día, estuvo marcada por la declaración de un perito forense quien ilustró al Juzgado Especializado para una Vida Libre de Violencia y Discriminación contra las Mujeres, como estaban los restos de la víctima tras durante 266 días de desaparecida.

Los hechos que terminaron con la vida de la agente ocurrieron la madrugada del 29 de diciembre de 2017 luego de una fiesta navideña en las instalaciones del extinto Grupo de Reacción Policial, (GRP) en colonia Las Cimas de San Salvador.

El médico forense que inició su testimonio este viernes por la mañana a puerta cerrada y que tuvo que interrumpirlo, por la suspensión del juicio este viernes por la tarde, continuará el lunes. El contenido de su declaración tiene reserva.

El experto explicó al juzgado, a los fiscales, defensores y a los imputados todos los estudios forenses a los que se sometió el cadáver de la agente, tras haber sido desenterrada de una fosa clandestina en San Francisco Javier, de Usulután el 8 de septiembre de 2018.

Uno de esos estudio fue la prueba de ADN que se le practicó, la cual fue verficada con la muestra tomada a un pariente suyo para confirmar su identidad.

La entonces jefa de la Unidad Especializada de Delitos de Homicidios de la FGR, Guadalupe Echeverría, tras su hallazgo indicó que los restos serían sometidos a un estudio antropológico por parte de Medicina Legal.

Con el médico forense ya son siete los testigos que declaran en el juicio, entre ellos:

  • El exdirector de la PNC, Howard Cotto,

  • El actual director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas

  • El ex subdirector de la PNC, César Flores Murillo

  • Y agentes del extinto GRP.


El hallazgo de los restos de la agente Ayala no fue fácil, no por el largo tiempo que permaneció en calidad de desaparecida, sino en como fue localizada.
Encontrar el cuerpo de Carla Ayala sin información era casi imposible, como encontrar una aguja en un pajar”, dijo en su momento el director de la Policía Nacional Civil (PNC) Howard Cotto.

Y es que Juan Josué Castillo Arévalo, el principal sospechoso del feminicidio, y que está prófugo en la actualidad, se rebuscó para esconderla en un lugar inhóspito.

Pero sus prendas personales identificadas por su madre: una cadena de metal amarillo, un anillo de metal plateado y una platina sujetada con cinco tornillos, fueron la clave para saber que estaban cerca de su hallazgo, afirmaron las autoridades el día del hallazgo.

Cotto aseguró que unidades policiales “hicieron múltiples rastreos en la zona” y que en su afán de hallarla se encontraron con la dificultad que encerraba una zona extensa y casi “era imposible delimitar qué tan amplio era el terreno donde se podía encontrar”.