El sacerdote explicó que al momento del hecho ella le contó sobre la masacre, pero él le pidió que no hablara con nadie hasta después del sepelio, “el asesinato fue un jueves en la madrugada, yo no la volví a ver hasta el lunes, llegó a la oficina donde yo trabajaba porque ella limpiaba ahí, y ahí si hablé con ella”.
Tojeira dice que había pedido permiso al embajador de España acreditado en e país para refugiarla en esa sede diplomática, pero cuando el exviceministro de Relaciones Exteriores Inocencio Arias, llegó al sepelio, como Compañía de Jesús se quejaron con el entonces funcionario español, expresándole que lamentaban que España no dejara refugiar a una testigo, por lo que terminó dando la orden que se le permitiera llevar a Lucía de Cerna a la embajada.
Pero como el embajador tenía miedo por la falta de seguridad, decidieron trasladarla, junto a su esposo Jorge Cerna, a la embajada de Francia, luego fueron llevados al aeropuerto y tras perder el vuelo comercial, el entonces secretario de Asuntos Humanitarios de Francia, Bernard Kouchner, ordenó que un avión francés que estaba en Belice los llevara a Estados Unidos.
Esa noche, según Tojeira, le llamó el asesor legal de la Embajada de Estados Unidos, Richard Chidester, para pedirle permiso para facilitar con migración el ingreso de Lucía de Cerna y su esposo a ese país. “Chidester fue a entregar a Lucía con el FBI, eso es lo que me enteré después, también me contaron que llegó el teniente coronel Rivas Mejía a interrogarla a ella y su esposo también”.
Posteriormente, el mismo funcionario de la embajada diplomática siguió involucrándose en las indagaciones, contó ayer Tojeira.
“La investigación en la Comisión Investigadora de Hechos Delictivos fue una farsa, el 20 de diciembre tuvimos una reunión con el coronel Rivas Mejía que interrogó Lucía Cerna, en esa reunión apareció Chidester quien había entregado a Lucía al FBI, yo le dije al coronel Rivas Mejía y otros dos coroneles que estaban con él, que yo delante de un funcionario gringo no tenia que hablar; él entró a la reunión sin llamar a la puerta ni nada, como que fuera el dueño de la misión investigadora”, dijo.
Los maltratos
El miércoles, los testigos oculares, Lucía de Cerna y su esposo Jorge Cerna declararon ante la Audiencia Nacional Española, Lucía dijo que el FBI los tuvo varios días desde las 7:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche, interrogándoles.
Ambos confirmaron que les cuestionaron sobre los hechos que ellos habían visto.
“Ellos querían que dijéramos que nosotros nunca habíamos estado en ese cuarto (frente a la UCA) sino que estábamos ese día y esa noche nosotros estábamos en Soyapango”, dijo Jorge Cerna en el juicio contra el excoronel Montano.