Un agente de la Policía Nacional Civil en el terreno confirmó ayer el hallazgo de tres cadáveres enterrados en la fosa clandestina localizada en el interior de la hacienda Suiza en Nuevo Cuscatlán, La Libertad.
Los cuerpos se encontraban en avanzado estado de putrefacción y supuestamente correspondía a tres hombres que por el momento no han sido identificados.
Los cadáveres fueron retirados por Medicina Legal, la tarde del miércoles 10 de noviembre, y serán sometidos a la autopsia para establecer la causa de muerte y prueba de ADN a fin de determinar su identidad, afirmó un agente policial que por no estar autorizado omitió identificarse.
La fuente policial afirmó que las tareas de búsqueda de cadáveres aún no terminan por lo que no descarta que en la zona hayan más cadáveres semienterrados.
Una de las hipótesis que las autoridades manejan es que los restos de las víctimas podrían corresponder a los hermanos Guerrero Toledo, desaparecidos el 18 de septiembre cuando recién abordaban un vehículo de transporte privado en colonia Quezaltepec, Santa Tecla.
Un equipo de Diario El Mundo visitó la escena en proceso de excavación que según vecinos habría iniciado el sábado, 6 de noviembre.
El cementerio clandestino se ubica inmediatamente después del polideportivo de Nuevo Cuscatlán, una zona boscosa, escabrosa y que agentes policiales, impidieron que el equipo periodístico constatara. “Tengo instrucciones superiores de no dejarlos pasar: ruego que me comprendan y que se retiren”, dijo el agente policial a los periodistas de Diario El Mundo.
Pánico.
Diario El Mundo intentó conversar con los residentes de los contornos de la fosa clandestina pero las personas en tono de angustia y miedo, decían que no sabían. Aunque confirmaron que desde el lunes notaron un ingreso inusual de policías y militares. “Yo veo que pasan varios carros con policías y se meten ahí en la hacienda Suiza”, dijo una lugareña. En el centro del municipio, jóvenes consultados sobre el tema dijeron que estaban informados del caso en redes sociales, pero que a ellos no les constaba, aunque tampoco negaron que haya una fuerte presencia policial y militar, más allá de lo normal. Un residente manifestó: “aquí es tranquilo y si hay muertos, los traen de otros lugares”.