Alas dijo que están consternados y preocupados por la situación del vecino país y pidió que el conflicto se solucione a través del diálogo.
“Esos hechos de violencia no pueden ser, no deben tener lugar, es una cosa condenable desde todos los puntos de vista y pedimos a Dios que venga la paz a Nicaragua y que las cosas se solucionen en la vía del diálogo”, dijo Alas, ayer.
El arzobispo salvadoreño también dijo que mantienen comunicación con la conferencia episcopal de Nicaragua y que se mantienen solidarios con ellos.
“Queremos pedirle al pueblo salvadoreño para que nos unamos en oración para que se supere esta situación tan difícil y por la vía del diaálogo y no la violencia”, dijo el arzobispo.