La Audiencia Nacional española inicia este lunes el juicio contra el coronel salvadoreño Inocente Montano, para quien la fiscalía pide 150 años de cárcel por su supuesta participación en el asesinato de seis sacerdotes jesuitas y dos colaboradoras en 1989.
El juicio comienza a las 3 pm (7 am de El Salvador) en la sede de este importante tribunal en las afueras de Madrid y debe alargarse durante diez sesiones hasta el próximo 16 de junio.
Cinco de los religiosos asesinados en el marco de la guerra civil salvadoreña eran de nacionalidad española, por lo que la Audiencia Nacional inició una investigación en 2009 contra los militares supuestamente implicados en base al principio de justicia universal.
Viceministro salvadoreño de seguridad pública entre 1989 y 1992, Montano será el primero de los presuntos implicados juzgado, después de que la Corte Suprema de Justicia Salvadoreña rechazara entregar a los militares que se encontraban aún en el país centroamericano.
La fiscalía pide para el coronel 150 años de cárcel por cinco "asesinatos terroristas", los correspondientes a los sacerdotes españoles, entre ellos el jesuita Ignacio Ellacuria, rector de la Universidad Centroamericana (UCA).
También será juzgado el teniente René Yusshy Mendoza, miembro del ahora proscrito batallón Atlacatl que ejecutó los asesinatos.
En su caso, el ministerio público solicita cinco años de cárcel al entender que debía obediencia a sus superiores y valorar la colaboración con la justicia.
Según el escrito de la fiscalía, "participaron en la decisión, diseño o ejecución del asesinato del 16 de noviembre de 1989" y "constituyeron dentro del Estado de El Salvador una estructura paralela, al margen de la legalidad, que alteró gravemente la paz pública, provocando un estado de terror en la población".
A Montano lo acusan de "dar la orden directa de asesinar a los jesuitas" que, especialmente en el caso de Ignacio Ellacuria, había jugado de intermediario entre el gobierno y la entonces guerrilla opositora del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) para iniciar conversaciones de paz.
La fiscalía identifica al coronel retirado como partidario de la guerra total contra el FMLN, lo que "significaba la eliminación de los enemigos reales o potenciales y (...) destruir cualquier tipo de resistencia posible", incluso los llamados al diálogo de los jesuitas.
Trasladado en 2002 a Estados Unidos, Montano estuvo dos años encarcelado en ese país antes de ser extraditado a España a finales de 2017, donde lleva desde entonces en prisión preventiva.
La masacre ocurrida en el campus de la UCA conmocionó al país centroamericano. En noviembre, por el treinta aniversario del crimen, centenares de salvadoreños denunciaron la impunidad que persiste sobre esos asesinatos.
"La justicia ha tardado y nuestra esperanza es que haya verdad y justicia, no queremos venganza, sino que la verdad surja", dijo entonces a la AFP el director del Instituto Universitario de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA), el sacerdote jesuita José María Tojeira.
El Salvador puso fin a la guerra civil en 1992 con un acuerdo de paz mediado por la ONU entre el gobierno y la entonces guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), tras 12 años de un conflicto que dejó más de 75.000 muertos y 7.000 desaparecidos.