“Hemos enseñado también a cómo comunicar malas noticias, a cómo ser más humanos en la atención de pacientes que están en una situación cercana a la muerte, y que es parte de lo que solemos hacer a diario en este centro”, dijo a Diario El Mundo en un entrevista.
Los medios internacionales destacan que los cuidados paliativos se centran en ayudar a personas con enfermedades graves a sentirse mejor, al tratar los síntomas de sus enfermedades y tratamientos. Pero para López Saca estos se determinan en una sola frase “son una atención especial, integral al enfermo avanzado y sus familias”.
La pandemia covid ha mostrado la necesidad de humanizar más la medicina y de comunicar mejor”. Mario López Saca, director Hospice La Cima
El Ministerio de Salud establece en su “Estrategia nacional de cuidados paliativos”, publicada en 2020, cuatro elementos básicos para los mismos, donde se encuentra una buena comunicación, control adecuado de los síntomas, aplicar medidas para aliviar o atenuar el sufrimiento, dar apoyo a la familia ante la muerte y durante el proceso de duelo.
Pero según el doctor, existe una serie de retos que deben vencerse en el país, brechas que deben ser “cerradas” para que exista un acceso a toda la población para los cuidados paliativos.
El primero de ellos es la formación de un personal “humano” para cubrir “todas las unidades de dolor” de cuidados paliativos en los hospitales públicos. Otra brecha es que en El Salvador se cuente con la “morfina de liberación rápida”, pues en el país solo se utiliza morfina de liberación lenta y en ampollas, lo cual provoca una dificultad al “aliviar mejor” a los pacientes.
A la lista se suma el costo que tienen los mismos opioides a nivel privado, pues aunque en el nivel público son gratuitos, en el privado poseen altos costos.