Según Lisandro Quintanilla, defensor de Rank, el acusado dijo al juez que el dinero asignado a la secretaría de comunicaciones de Casa Presidencial venía del presupuesto general de la nación y que “habían gastos reservados”, que eran usados para eventos de exposición mediática del entonces mandatario, contratación de asesores y pago a proveedores.
Además, señalaron que, en efecto, fueron aproximadamente $6 millones los que pasaron a las cuentas personales de Rank, pero bajo la rúbrica de “gastos reservados de la secretaría de comunicaciones”, porque la unidad no tenía personería jurídica. “Haber usado cuentas privadas no significa que el dinero haya sido blanqueado”, señaló el defensor.
Ayer, Rank se sometió a una declaración indagatoria, “Yo nunca había tenido oportunidad de comparecer ante una autoridad para dar mi versión de los hechos. Tengo casi un año de estar detenido. Soy inocente. No hay pruebas en contra mía”, dijo Rank al ingresar al juzgado.