A pesar que la iglesia católica había llamado a no asistir a la procesión de la Virgen de la Paz, a causa del covid-19, feligreses católicos acudieron ayer a la procesión denominada "La bajada de la Virgen Reina de la Paz", que se hace cada 21 de septiembre.
Este sería el segundo año que el evento se realizaría sin fieles por los riesgos de la pandemia, sin embargo, la feligresía decidió acudir.
El padre Melvin Valle aseguró que "la bajada" se haría virtual, con una caravana de vehículos desde la ermita del cantón Las Crucitas hasta la Catedral migueleña.
Uno indica, pero la fe es más fuerte ante una palabra que puede decir el gobierno o alguna autoridad :observamos que el pueblo tiene su amor por la Virgen María". Melvin Valle, sacerdote.
Los fieles pidieron por el cese del virus covid-19 y porque ya no mueran más personas, a causa de la enfermedad. Los asistentes portaron mascarillas en el recorrido.
Los feligreses católicos acompañaron a su patrona la Virgen Reina de la Paz, desde sus vehículos y tambien otros caminaron desde la ermita del cantón El Amate hasta la Iglesia Catedral; los niños vestidos de personajes de indios y vestimentas de colores alusivos a diferentes advocaciones Marianas también la banda de paz del centro Escolar de la colonia La Presita quien interpretó himnos cristianos durante el recorrido". Melvin Valle, sacerdote.
La tradicional procesión migueleña recuerda que hace 234 años, los migueleños sacaron a la puerta de la cátedral la imagen de la Reina de la Paz, ante el río de lava del volcán Chaparrastique, que amenazaba con destruir la ciudad.
Los creyentes aseguraron que la Virgen de La Paz detuvo la lava ese 21 de septiembre.
La historia añade que ante la mirada incrédula de muchos, en el cielo se formó una nube en forma de palma, de ahí que en agradecimiento por el milagro, los orfebres decidieron hacerle una palma forjada en oro a la Reina de la Paz, que a la fecha aún luce en ocaciones especiales aseguró el religioso.