El Ministerio de Salud de El Salvador iniciaría una investigación para determinar si hubo responsabilidad de su personal sanitario en la muerte de Óscar Méndez, un hombre de 56 años que guardaba cuarentena en el hotel Beverly Hills de Antiguo Cuscatlán, y falleció de un paro cardio respiratorio, sin atención médica, el 1 de abril.

"Los médicos hacemos todo lo posible por el paciente pero no siempre podemos revertir o tomar acciones que van a evitar este tipo de complicaciones", aseguró el ministro de Salud, Francisco Alabí, ante las interrogantes de la prensa por el caso, denunciado ya ante la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH).

Una periodista preguntó al representante del Gabinete de Salud si los protocolos del Ministerio de Salud en Centros de Contención han cambiado después del deceso de Méndez en el hotel, ubicado en Santa Elena. "¿Hay una investigación fiscal o administrativa para deducir responsabilidades? y, ¿por qué no se le dio atención a esta persona?", cuestionó.

Alabí respondió que el Gobierno va a "realizar todas las investigaciones si existiese en algún momento, un hecho que pudiera en algún momento (.sic), tener que ver en un hecho como el que tuvimos en el caso del hotel".

"Sin embargo, yo quiero que tengan presente que no podemos desunirnos y trabajar de manera aislada (...) Este es momento de pensar y actuar unidos ante esta pandemia", añadió.

El titular de Salud agregó que ya existe un protocolo y lineamiento para el manejo de pacientes hospitalarios y un protocolo para el alta; es decir, la salida del paciente de un centro asistencial. Sin embargo, "el protocolo de manejo de pacientes ingresados sigue constantemente actualizado", indicó.

Cada vez que hay una intervención, aseguró, se hace dependiendo del grado de complicación: hay pacientes sospechosos de COVID-19 que no presentan síntomas; pacientes con COVID-19 positivos pero asintomáticos; con síntomas leves; de manejo médico intermedio y de manejo crítico.

La versión oficial, sin embargo, desmintió que el ingeniero Óscar Méndez, reconocido empresario farmacéutico en el país, padeciera de COVID-19. Sus pruebas, de hecho, resultaron negativas y la razón de muerte, según el Gobierno, fue "un paro cardio-respiratorio", que es más bien la consecuencia de una serie de complicaciones. Méndez era paciente prostático y tenía una infección de vías urinarias por la que no recibió el medicamento, según reveló su viuda, Dina de Méndez.

"Sabemos que van a seguir manejándose pacientes que tienen co morbilidades, existen mortalidades por otras enfermedades que también deben tener atención directa, y nos enfocamos en Coronavirus por el contagio masivo", aseguró el ministro de Salud, al referirse nuevamente al caso.

Óscar Méndez fue enterrado en el cementerio Jardines del Recuerdo la tarde del viernes 3 de abril, sin los protocolos asignados a pacientes infectados por COVID-19. La Fiscalía General de la República (FGR) ya inició una investigación para determinar si hubo negligencia médica en su caso.