Las muestras del agua turquesa del lago de Coatepeque, tomadas el pasado 1 de septiembre, serán analizadas en la Universidad de Búfalo y en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), del departamento de Comercio de los Estados Unidos, según el representante de la Fundación Coatepeque, Alejandro Villacorta y el director del Laboratorio de Toxinas de la Universidad de El Salvador (Labtox-UES), Óscar Amaya.
Según los expertos, los laboratorios no cuentan con los instrumentos idóneos para hacer la prueba a los cristales que han aparecido en la superficie del espejo de Coatepeque; ayer, Labtox-UES informó de un incremento de las estructuras cristalinas en una segunda muestra de agua, con respecto a un muestreo del 28 de agosto pasado.
“Las muestras que no se puedan analizar aquí en El Salvador las vamos a enviar esta semana, al laboratorio de Buffalo State, ahí en el departamento de vulcanología”, explicó ayer Villacorta a Diario El Mundo.
Lo anterior se debe a que los recientes análisis al agua de color turquesa revelaron que la proliferación de las microalgas (cianobacterias) no son la causa de la coloración, como en años anteriores; por el contrario, los estudios de Labtox-UES han señalado que la proliferación es menor.
“Las cianobacterias se encuentran por debajo del umbral establecido por la Organización Mundial de la Salud.Esto sugiere que las cianobacterias en la columna de agua no son la causa del cambio de coloración turquesa”, reitera el Labtox-UES.
“Hemos observado que aparecen unas estructuras cristalinas que en este segundo informe llegan alrededor de cinco veces más que las reportadas en el primer informe, eso lo que nos está indicando es que muy posiblemente tenga que ver con el cambio de color; pero son unas estructuras que deben ser analizadas bajo una técnica muy apropiada, una técnica cristalográfica que se escapa de acá del laboratorio”, explicó Amaya.
Antecedentes
La aparición de cristales no es novendad en el espejo de agua de Coatepeque, según Alejandro Villacorta. El año pasado, el fenómeno también se manifestó y después de un análisis en la universidad de Búfalo de Estados Unidos determinaron que se trataba de oxidiana y material de origen volcánico.
“Dentro de la caldera del lago de Coatepeque, siempre está en actividad, hay agua caliente que entra al lago y lo que se dijo el año pasado es que lo que podía haber sucedido es que haya entrado una mayor cantidad de material”, dijo Villacorta.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) señaló en un informe que han encontrado agua “cálida” desde los 25 hasta los 45 metros de profundidad en el centro del lago.