Camila Díaz, una mujer transgénero salvadoreña, decidió huir a México en el año 2016 tras recibir amenazas de muerte por parte de grupos delincuenciales cuando trabajaba en una cervecería en San Salvador.
De acuerdo con un reportaje de la cadena Univision, Camila denunció estas amenazas ante las autoridades salvadoreñas, pero al igual que ocurrió en el año 2014 cuando interpuso una denuncia luego de recibir una brutal golpiza, no se le dio seguimiento a su demanda.
Por ello, decidió volver a México, país al que había emigrado por primera vez en el 2014 cuando fue golpeada. Según la información recopilada por Univision, en México conoció a una transgénero salvadoreña de nombre Paola; ambas obtuvieron asilo en ese país y en año 2017 decidieron cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
Su amiga Virginia contó a la cadena de televisión estadounidense, que el 8 de agosto de 2017, Camila le envió un mensaje donde le decía que se entregaría a Migración.
Camila estuvo detenida tres meses en el Centro de Detención de Migrantes en Otay Mesa, en el este de San Diego, California, y fue deportada a El Salvador el 6 de noviembre de 2017, a pesar de haber presentado a las autoridades estadounidense copias de las denuncias que interpuso por amenazas de muerte.
Los peores temores de Camila se cumplieron el 31 de enero de este año cuando socorristas la encontraron moribunda a la orilla de una carretera en el municipio de Soyapango. Camila fue llevada a un centro asistencial, donde la intervinieron de emergencia, sin embargo murió tres días después.
Virginia contó a Univision que la noche del 30 de enero, recibió un mensaje de voz de Camila, en el que le decía "que se sentía insegura, que alguien la había intimidado en una calle cercana al hospital de niños Benjamín Bloom".
Su amiga la encontró en una morgue e identificó su cadáver, el pasado 7 de febrero.