El pandillero testigo de la tribu Dolores, ubicada al sur de San Salvador, afirmó ayer ante el Juez Especializado de Sentencia “C” que el barrio 18 ordenaba asesinatos de personas solo por tener apariencia de rivales.
Tres casos de homicidios se registraron en el 2018 en las colonias del sur de San Salvador por esas razones: un joven que fue asesinado a martillazo dentro de una casa “destroyer” o de pandillas en la colonia Dolores, otro que se encontraba en un taller de mecánica en barrio Modelo y una pareja por considerarla informantes de la Policía, detalló el testigo.
En el caso del asesinato del joven en el interior de usa casa de “destroyer”, el testigo afirmó que la víctima recibió dos ciclos de paliza que duraban un minuto; estas consistían en patadas y puñetazos en diferentes partes de su cuerpo.
“Las patadas y puñetazos en diferentes partes de su cuerpo duraban un minuto”, narró el testigo.
Tras la vapuleada, la víctima fue atacada a martillazos en la cabeza que le provocaron la muerte al instante; después envolvieron su cadáver en sábanas y en bolsas plásticas negra y para evitar que se descubriera fue amarrado con unos lazos y un cable de electricidad para luego lanzarlo, relató el testigo.
Aunque las torturas y el asesinato iniciaron a las 5:00 de la tarde, los delincuentes esperaron la oscuridad de la noche y que bajara la afluencia de personas y tráfico en las calles, para deshacerse de sus restos en carretera a Comalapa en las cercanías del cementerio Jardines del Recuerdo.
Más apariencia.
El segundo caso fue el asesinato de un joven que se encontraba en el interior de un taller ubicado en barrio Modelo al sur de San Salvador, en enero de 2018, tan solo porque tenía apariencia de pandillero rival por la forma de vestir.
Para cometer el homicidio los pandilleros se robaron una motocicleta en la colonia Dina y se dirigieron al barrio Modelo, ahí los dos mareros se bajaron y se dirigieron a su víctima solo a dispararle.
En tercer caso planearon el asesinato de una pareja en enero de 2018, solo por considerarla informante de la Policía. “Sospechábamos que le daba información a la Policía desde hace bastante, desde antes que yo saliera de la cárcel”, afirmó el palabrero.
El doble asesinato ordenado por “Jungla”, el palabrero general del barrio 18, simularon un operativo policial, consiguieron la macana que usa la Policía para derribar puertas, prendas de vestir oscuras y se dirigieron a su casa en la colonia San Rafael II.
El falso operativo fue bien organizado; “ubicamos varios postes o vigilantes en puntos estratégicos, entradas y salidas de la colonia donde residían las víctimas”, mientras otro grupo rondaba toda la zona en un vehículo para descartar presencia policial en los contornos. Los pandilleros consiguieron una camioneta negra y un pick up doble cabina robado en Ayutuxtepeque para movilizarse por la madruga a casa de los esposos a quienes les derribaron la puerta y los tomaron por la fuerza.