Según un acta firmada ayer, los veteranos acordaron ya no salir a las calles, el ministro gestionará el presupuesto en la Asamblea Legislativa, y además acordaron reunirse cada dos meses para dar seguimiento a estos acuerdos y para proponer reformas a la ley de beneficio de los veteranos.
“Debe reconocer la ciudadanía y el Estado que es responsable de darle respuesta a los veteranos de guerra, 25 años han pasado y es realmente imperdonable que después de 25 años de la firma de la paz no se hayan dado estas prestaciones a los veteranos de guerra”, dijo ayer, la ombudsman salvadoreña, Raquel Caballero.
Para ayer, los veteranos de guerra tenían programado cerrar todas las calles de acceso a la capital salvadoreña, para exigir al Estado pague la pensión acordada en la normativa aprobada por la Asamblea Legislativa; sin embargo, solo hubo concentraciones en el monumento al Cristo de la Paz y el kilómetro cinco de la carretera Troncal del Norte. Desde temprano, la Policía Nacional Civil movilizó un fuerte dispositivo de la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO) en las calles donde habían anunciado el cierre.
La acción fue dejada de lado por los veteranos, luego que la procuradora ofreciera una mesa de negociación junto al ministro de Gobernación, Arístides Valencia.
“No hay recursos para atender estos problemas, no están siendo producidos por nuestra propia economía, necesitamos financiamiento; sin embargo, enfrentamos una situación de bloqueo complicada, pero no es justo que los veteranos tengan que pagar con las consecuencias de todo esto”, sostuvo Valencia.
El año pasado, Gobernación pidió $78 millones para el pago de las pensiones de los veteranos de guerra, pero la Asamblea Legislativa solo aprobó $6 millones. Valencia señaló que este año se han pagado algunas pensiones de $50 a aquellos veteranos que sobrepasan los 70 años de edad y que no reciben ninguna prestación adicional.
Los veteranos se quejaron porque el proceso de carnetización se ha detenido y el Estado no les está dando todos los beneficios que por ley deben de brindárseles, como la salud y el acceso a créditos blandos. “Este es un nuevo problema, más grande, más complejo que como sociedad hemos heredado y en este momento las soluciones no son fáciles”, agregó Valencia.