Terry Karl ayer en su intorrogatorio. Entregó un peritaje y una ampliación de este al juez de instrucción de Gotera. / Cortesía Cristosal.


La perito estadounidense, Terry Karl, amplió que el Ejército hondureño estaba listo para cerrar sus fronteras con El Salvador en diciembre de 1981, para apoyar la operación Rescate, y evitar que los supuestos guerrilleros cruzaran a su país.

Karl cita que esta información fue revelada en un documento del departamento de Inteligencia de Defensa de EE.UU.

“Las Fuerzas Gubernamentales de Honduras están dispuestas a reaccionar para contener a las fuerzas guerrilleras, pero aparentemente el gobierno de El Salvador aún no está listo para reafirmar su control en el departamento norteño de Morazán”, leyó Karl en su exposición.

La profesora en asuntos latinoamericanos de la Universidad de Stanford dijo que las fuerzas hondureñas esperaban “un barrido salvadoreño” en esa zona, pero no que El Salvador no reafirmó el control en Morazán.

Ayer, Karl señaló que esta coordinación reafirma la planificación de la operación Rescate, porque solo se podía hacer de alto mando salvadoreño a alto mando hondureño.

“Primero siempre es necesario cuando involucra un ejército de otro país que está involucrado el alto mando... en ese momento esto los hondureños estaban cerrando la frontera, hay muchos documentos de eso, porque no era una decisión fácil después de la guerra del fútbol entre esos dos ejércitos”, explicó ayer Karl.

La defensa intentó disminuir esta revelación preguntando cuál era la relación tenía la Junta Revolucionaria de Gobierno con la participación del Ejército hondureño, si de esta dependían las relaciones exteriores.

Karl respondió que ninguna.
“Las fuerzas hondureñas esperaban un barrido salvadoreño en esa zona, desplegaron algunas fuerzas en la frontera para cooperar en una posible operación”. Terry Karl, perito estadounidense

Romero y El Mozote.


El inicio de la impunidad y de la guerra civil. Esa es la relación que hizo la perito estadounidense, Terry Karl, entre el asesinato del arzobispo de San Salvador, Óscar Romero, en marzo de 1980 y la masacre de El Mozote y sitios aledaños, en diciembre de 1981.

Karl fue testigo en el juicio Fresno, en California, donde el juez Oliver Wagner, de Estados Unidos, condenó al capitán Álvaro Saravia a pagar $10 millones de indemnización por el asesinato del ahora santo salvadoreño.

“Yo dije que era tan fundamental (la relación entre ambos casos) porque si se puede matar a un arzobispo, se puede matar a todo el mundo, porque eso creó la sensación de una impunidad increíble y por sus datos, y yo dije que en ese momento para mi, El Salvador entró en una guerra civil. Desde ese momento, era tan importante la muerte de un arzobispo”, dijo la perito ayer en su interrogatorio durante la audiencia de adelanto de prueba de la masacre de El Mozote.

La doctora en Ciencias Políticas y estudios de América Latina, Terry Karl, dijo que para ella, la masacre de El Mozote y sitios aledaños no es un genocidio, pero sí un crimen de lesa humanidad. “Es un crimen contra la humanidad por muchas razones, pero principalmente por la cantidad de personas desarmadas (asesinadas)”, aseveró Karl.

A preguntas de la fiscalía, la perito explicó que la Fuerza Armada de El Salvador utilizaba la estrategia de exterminio, porque no habían diferencia entre los combatientes y los no combatientes.