El abogado Jorge Cóbar plantea que la Fiscalía acusa a sus defendidos de agrupaciones ilícitas y lavado de dinero, basándose en el testimonio del testigo “Desierto”, quien los vincula con “Mongo de La Villa”, un palabrero que según el criteriado les ha dado dinero para la compra de 14 buses de la ruta 6 y tres de la ruta 4.
Para Cóbar, esa información no es creíble ya que la Fiscalía no la ha corroborado y se convierte en una versión maliciosa: en escucha telefónica del 28 de abril de 2016, la misma Fiscalía captó una llamada donde Aguirre Calderón y su hijo acuerdan comprar dos buses por la cantidad de $16 mil cada uno. Según Cóbar, cuando se verifica la compra se determina que fueron obtenidos a un precio de $13 mil cada uno. En esa adquisición no se encuentran nexos entre “Mongo de La Villa” y sus defendidos, porque en el acto de la compra no se advierte que el palabreo haya proporcionado el dinero para comprar las unidades.
Para Jorge Cóbar, abogado defensor del empresario y su hijo, este proceso debe ser anulado al ser “una doble persecución fiscal”. Los testigos criteriados mencionan los mismos hechos en los dos procesos; sumado a eso, “Altos” solo dice que una persona de alias “Paila” tiene vínculos con “Mongo”, pero nunca lo identifica con nombre y apellido. La Fiscalía deduce que se trata de Aguirre Calderón.