El sacerdote fue detenido frente a la iglesia de Zaragoza. / Cortesía


La Policía Nacional Civil (PNC) arrestó al sacerdote de la iglesia católica, José Adonay Chicas Campos, de 58 años de edad, a quien la Fiscalía General de la República (FGR) lo investiga por los delitos de agresión sexual en menor incapaz agravada y continuada, remuneración por actos sexuales o eróticos y corrupción de niños, niñas, adolescentes o personas con discapacidad a través del uso de la tecnología.

Según explicaron, el sacerdote fue capturado frente a la iglesia El Pilar, del municipio de Zaragoza, en el departamento de La Libertad, donde Chicas Campos era párroco.

“Los abusos en contra del menor se venían dando desde hace más de dos años de forma continuada en la casa parroquial de la iglesia. Después de los actos sexuales, el detenido remuneraba económicamente a la víctima”, escribió la Fiscalía en su cuenta oficial de la red social, Twitter, ayer.

Extraoficialmente se supo que la víctima tenía 13 años cuando empezaron los abusos de parte del sacerdote; supuestamente, los padres de la víctima se dieron cuenta porque descubrieron conversaciones a través del teléfono del menor.

El sacerdote pagaba entre $5 y $50 a la víctima para que no lo denunciara, supuestamente. Hasta ayer, las autoridades no dieron más información sobre el caso.

En diciembre de 2016, las autoridades de la iglesia católica en El Salvador confirmaron que la Santa Sede expulsó a tres sacerdotes acusados de abuso sexual.

En ese momento, los expulsados fueron Jesús Delgado, Francisco Gálvez y Antonio Molina, quienes fueron encontrados culpables por procesos eclesiásticos.

En esa ocasión, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, dijo que era una pena muy grave y que la sanción más grave de la iglesia era la expulsión.

Los casos de Delgado, Gálvez y Molina se dieron a conocer a finales del 2015. El primero en ser revelado fue el de Jesús Delgado, en ese entonces vicario general de la iglesia en El Salvador. A Delgado se le acusó de abusar sexualmente de una mujer que hoy tiene más de 40 años, cuando tenía entre nueve y 17 años.

Gálvez era párroco en Rosario de Mora, fue denunciado por cinco casos de pedofilia. Mientras que en febrero de 2016, el párroco de la iglesia Santa Cruz de Roma, en Panchimalco, Antonio Molina, fue suspendido por denuncias de abuso contra de dos menores.