Amnistía Internacional recoge los testimonios de cuatro personas de la comunidad LGTBI, que tuvieron que huir de sus países de origen, en el Triángulo Norte, a causa de amenazas, principalmente de pandilleros, por su condición y preferencia sexual.
“Camila”, una mujer trans de 34 años de edad contó a Amnistía que en 2016, un agente de la policía que era su vecino la insultaba. “Al prinicpio, ‘Camila’ ignoró la actitud violenta y transfóbica de su vecino”, dice el informe.
Sin embargo, en una ocasión el policía la amenazó de muerte en la casa de “Camila”. La víctima dejó su casa y se mudó con unos familiares y acudió a una delegación policial para denunciar; ahí, en lugar de ser atendida “recibió burlas e insultos por parte de algunos oficiales presentes”, señala el informe.
Y agrega: “Cuando insistió en poner la denuncia, sabiendo que tenía todo el derecho de hacerlo, los policías amenazaron con encarcelarla, por lo que ‘Camila’ desistió y se fue”.
Un informe de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) reveló, en 2015, que el 72 % de las mujeres trans agredidas no denuncian las agresiones.
Otro estudio hecho en 2014, señaló que el 66.8 % de 413 agentes de la PNC entrevistados consideraban que de acuerdo a las leyes salvadoreñas, las personas LGTBI no tenías los mismos derechos que otras personas.
“Las pocas personas que se atreven a acudir ante las autoridades, con el objetivo de poner una denuncia frecuentemente son revictimizadas o tratadas con menosprecio, indiferencia y discriminación por su identidad y/o expresión de género, lo que causa que prefieran no acercarse a las autoridades para dar seguimiento a su caso o incluso desistan del mismo”, dice el informe.
Amnistía Internacional recomienda a los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador a prevenir y sensibilizar a la población sobre la comunidad LGTBI, además a elaborar investigaciones exhaustivas sobre los asesinatos, amenazas y agresiones en contra de la comunidad.
De exposición a abusos
Detención migratoria
La detención migratoria es otra de las situaciones en las que las personas LGTBI, solicitantes de asilo, están expuestas a abusos y violaciones de sus derechos humanos, incluyendo la falta de acceso efectivo a su derecho de solicitar asilo o actos de violencia de género y de discriminación por parte de otras personas detenidas o de guardias, según el informe de Amnistía Internacional.
Informe
Amnistía Internacional expone que la vulnerabilidad como migrante se agrava por la orientación sexual de las personas.