El inicio de la impunidad y de la guerra civil. Esa es la relación que hizo la perito estadounidense, Terry Karl, entre el asesinato del arzobispo de San Salvador, Óscar Romero, en marzo de 1980 y la masacre de El Mozote y sitios aledaños, en diciembre de 1981.
Karl fue testigo en el juicio Fresno, en California, donde el juez Oliver Wagner, de Estados Unidos, condenó al capitán Álvaro Saravia a pagar $10 millones de indemnización por el asesinato del ahora santo salvadoreño.
"Voy a darle mi testimonio que recuerdo muy bien en Fresno, contra el militar Saravia", relató la perito.
Yo dije que era tan fundamental (la relación entre ambos casos) porque si se puede matar a un arzobispo, se puede matar a todo el mundo, porque eso creó la sensación de una impunidad increíble y por sus datos, y yo dije que en ese momento para mi, El Salvador entró en una guerra civil. Desde ese momento, era tan importante la muerte de un arzobispo". Terry Lyn Karl, en su interrogatorio durante la audiencia de adelanto de prueba de la masacre de El Mozote.
La doctora en Ciencias Políticas y estudios de América Latina, Terry Karl, dijo que para ella, la masacre de El Mozote y sitios aledaños no es un genocidio, pero sí un crimen de lesa humanidad.
"Es un crimen contra la humanidad por muchas razones, pero principalmente por la cantidad de personas desarmadas (asesinadas)", aseveró Karl.
Añadió que también se trata un crimen de guerra por las violaciones sexuales, pero es más relevante, crimen de lesa humanidad.
A preguntas de la fiscalía, la perito explicó que la Fuerza Armada de El Salvador utilizaba la estrategia de exterminio, porque no habían diferencia entre los combatientes y los no combatientes.
Esta estrategia también era conocida como tierra arrazada. "Era la cosa central de la estrategia de matar a la gente que no tenía armas", añadió.