El pasado 14 de marzo el gerente general de operaciones del Ministerio de Salud, Elmer Mendoza, remitió a los médicos epidemiológos de todas las regiones de salud la definición de casos sospechosos de COVID-19.
Según ese documento, se considerará sospechosa a la persona que tenga fiebre “y uno o más de los siguientes síntomas: tos seca, rinorrea (secreción nasal), congestión nasal, odinofagia (dolor de garganta), dificultad para respirar, diarrea sin otra etiología que explique completamente la presentación clínica”, dice el documento.
Además debe cumplir una de tres condiciones: Haber viajado en los últimos 30 días, haber tenido contacto con un caso confirmado en los últimos dos días, antes de los síntomas y 14 días después. O que viva o tenga historial de viaje en una zona de transmisión local.
El Ministerio de Salud también considera sospechosos de COVID-19 a los pacientes con diagnóstico de neumonía, sin razón que explique el padecimiento y a todo el personal que haya dado atención directa a casos positivos.
El presidente del Colegio Médico, Milton Brizuela, recomendó que todos los pacientes que tengan una infección respiratoria sean tratados como sospechosos de COVID-19, para cumplir protocolos y evitar contagios del personal de salud.
“Todo el personal debe asumir que cualquier persona que se presenta con infección respiratoria aguda es infectado de COVID-19 hasta no demostrar lo contrario, y por eso es importante que se tienen que tomar mucho más pruebas”, dijo ayer Brizuela.