Trabajo de campo y datos transparentes permitirían encontrar los casos positivos de COVID-19, y aislarlos en cordones sanitarios y cuarentenas focalizadas, según médicos y expertos.
El director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia y coordinador del Observatorio COVID-19, Óscar Picardo, expuso que en lugar de establecer una cuarentena en todo el país, se puede focalizar donde hay contagios.
En su modelo, Picardo ejemplifica el caso del departamento de Morazán que hasta anoche se mantenía en 15 casos confirmados. “Es justamente un modelo como de ir a cazarlos, básicamente, en las medidas que tu tenés pruebas, tu podés identificar la residencia de la gente”, dice Picardo.
El coordinador del Observatorio explica que una de las primeras medidas sería limitar la circulación pero entre departamentos, permitiendo la movilidad interna, para ir acortando cordones sanitarios internos, hasta lograr aislar los casos en las comunidades.
“Donde se pondría más complejo es en ciudades dormitorio como Soyapango o Ciudad Delgado, pero igual podés aplicar el mismo modelo aunque no llegués hasta la casa, pero sí podés identificar colonias, entonces con este modelo te evitas el aislamiento total; hay un montón de lugares donde no hay contagios y los estás castigando a todos por igual, lo que implica es más trabajo de campo”, reconoce Picardo.
Este modelo es apoyado por el infectólogo, Iván Solano, quien señaló que para ello se necesita conocer la verdadera estadística sobre la situación del COVID-19 en el país.
“La cuarentena debe estar basada en datos reales y el Gobierno no ha sido transparente, sabemos que ellos tienen bases de datos diferentes, cuatro bases de datos manejadas por sus asesores venezolanos, por lo tanto no están siendo transparentes y necesitamos que esta pandemia sea manejada por expertos en salud pública y no expertos en marketing”, alegó Solano.
Solano dice que se debe hacer vigilancia epidemiológica focalizada, enfocada en la atención en salud primaria, es decir, en las comunidades, como se ha hecho en otras enfermedades.
“En los municipios en San Salvador se debe focalizar la cuarentena y los cercos epidemiológicos, no en todo el país, porque en Morazán se supone que son pocos los casos ¿por qué vamos a poner a Morazán en cuarentena o un cierre total en Morazán?”, agregó Solano.
Mientras tanto el epidemiólogo, Alfonso Rosales, señaló que los datos de la pandemia deben ser más detallados y aprovechar “dos pilares fundamentales que el país tiene al momento”; una es el alto número de pruebas y el segundo, el nuevo hospital.
Sin embargo, Rosales señala vacíos: “el primero y más fuerte es la falta de información sobre comportamientos y la falta de disciplina y solidaridad colectiva”, dice.
Sobre esto, Rosales explica que el Gobierno debe establecer una comunicación de riesgo fuerte, con mensajes definidos para la población.
Y el otro vacío es que no existe una estrategia para proteger a la población vulnerable: los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas.
“La ausencia de tratamientos efectivos o la disponibilidad de vacuna, implican que nuestro país y el mundo estará experimentando, por los próximo dos años, periodos recurrentes de brotes de COVID-19 ¿nos pasaremos los próximos dos años en cuarentena? Imposible. Nos moriremos de hambre y además locos”, manifestó Rosales, respecto a la petición del Gobierno a los diputados un nuevo régimen de excepción y 15 días de cuarentena total, ante el aumento de casos confirmados y muertes en las últimas semanas.