El incremento de casi $2 millones que tuvo la reconstrucción de los hospitales San Pedro, en Usulután, y Santa Gertrudis, en San Vicente, fue avalado por el exministro de Salud, Guillermo Maza, según se desprende de los informes técnicos, afirmó ayer, Carmen Cecilia Reyes, exdirectora del Proyecto de Reconstrucción de la Red Hospitalaria (Rhessa) en su condición de testigo propuesto por la Fiscalía.
A raíz del sobreprecio de los dos hospitales como resultado de un acuerdo conciliatorio por trato directo, el costo pasó de $10 millones a $12 millones, afirmó la testigo.
A su juicio, ese sobreprecio no debió ser avalado por el exministro Maza porque la constructora CPK no había cumplido requisitos como ir al día con el avance de las obras.
Reyes es la primera de tres testigos que declaró ayer en el juicio contra el exministro Maza y 10 acusados; entre exfuncionarios y empresarios, procesados en el Tribunal Tercero de Sentencia por los delitos negociaciones ilícitas, estafa agravada y falsedad documental por supuestas irregularidades en la construcción de los hospitales de Usulután y San Vicente, dos de los siete hospitales dañados por los terremotos de 2001.
“Firmaba los cheques de pagos (a la constructora) con el respaldo de documentos de gastos, verificación de las firmas de los demás funcionarios”. Ernesto Navaroo Marín, ex viceministro de Salud
La exfuncionaria también confesó que los informes de porcentaje de avance en la construcción de los hospitales tampoco fueron coherentes con el progreso que las obras mostraban en el terreno a principio de la administración del expresidente Mauricio Funes en junio de 2009.
Por ejemplo, la exdirectora de Rhessa afirmó que el avance en la construcción del hospital San Pedro en Usulután en los informes decía que era del 88 % en junio de 2009, y al verificar en el sitio de construcción, la edificación era del 55 %.
Inspecciones.
Añadió que reportes de supervisiones han establecido, según la testigo, que en varias ocasiones el ministro Maza realizó visitas de inspección para constatar los avances en las construcciones, por lo que no era cierto que a él no le constaba de vista y oído, el progreso de las obras.
Y es que de acuerdo con los testigos, los pagos que el Ministerio de Salud realizaba a la contratista eran basados en el nivel de evolución de las obras, visto bueno de la supervisión, facturas u otros documentos que lo constataban.