En junio del año 2014, un coronel de la Fuerza Armada de El Salvador contactó a Nelson Iván Herrera, alias, “Araña” para ofrecerle cuatro ametralladoras M-60D, confirmó ayer el testigo criteriado “Capricornio”, quien participó en la transacción de las armas propiedad de la institución castrense.

El ofrecimiento que el militar hizo a “Araña” llegó a oídos del principal cabecilla de la clica San Cocos Locos Salvatruchos, de Sonsonate, Leonel Alexander González Leonardo, alias “Necio”, quien, sin pensarlo tanto, coordinó la adquisición de las ametralladoras.

Y es que según “Capricornio”, la ranfla nacional de la MS dio instrucciones a las clicas para hacerse de un buen arsenal, durante la tregua entre pandillas; la cúpula de dicha estructura criminal tenía claro que el denominado proceso de pacificación, tarde o temprano iba a terminar y por eso planificaron compras, para responder con esas armas de fuego en contra de todo el sistema.

Los objetivos de la MS eran atentar contra funcionarios estatales como fiscales, jueces y policías, y era parte de una las estrategias criminales detectadas por las autoridades en las escuchas telefónicas y que “Capricornio” lo reconfirmó con su testimonio.

La compra

Con el poder económico que la MS-13 maneja producto de sus ingresos de extorsiones, al “Necio” no se le complicó en ningún momento adquirirlas y como estructura acordaron, en un primer momento, comprarle al coronel dos de las cuatro ametralladoras que les había ofrecido y en junio hicieron el negocio en el desvío de San Juan Opico, donde pagaron $3 mil por cada una.

El “Necio” dijo que solo comprarían dos porque primero debían asegurarse que funcionaran bien y al comprobar que estaban en óptimas condiciones, compraron una tercera ametralladora, pero a un precio de $4,500, ya que el paquete incluía munición para la misma.

“Capricornio” no mencionó el día de la transacción, solo se refirió a las medidas de seguridad que la pandilla tomó con la participación de al menos unos cinco miembros de la MS; unos hicieron la compra y otros se quedaron “posteando” (vigilando), en el caso que se observara presencia policial.

Mencionó que las armas se las llevaron en un vehículo hacia una casa en la colonia Las Lomas, de San Antonio del Monte, Sonsonate, donde las escondieron en una caleta; según “Capricornio”, todas las viviendas donde residían pandilleros tenían caletas para poder esconder, dinero, droga y armas.

Las ametralladoras fueron vendidas por el coronel en la misma zona donde está el almacén de armas del Regimiento de Caballería, en San Juan Opico, y, según las investigaciones de las autoridades, fueron hurtadas de esa guarnición militar entre 13 y 16 de junio del año 2014.

Pero la Mara Salvatrucha, al tener conocimiento que la fiscalía y la policía andaban en busca de esas ametralladoras, decidieron abandonarlas en Ahuachapán; supuestamente, el oficial de la Fuerza Armada logró vender la cuarta ametralladora, pero se desconoce quién la adquirió, aunque fue encontrada en una casa de Santa Tecla.