El hijo menor de Flor María García Valle cumplió cuatro años hace dos días, antes que su mamá cumpliera tres meses de desaparecida, desde el pasado 16 de marzo, cuando según la versión oficial salió de su casa rumbo a San Salvador y nunca regresó.
“Me partió tanto el corazón a la hora que se le cantó cumpleaños feliz y se le llevó un pastel, porque es obvio que los niños necesitan a su mamá”, dijo ayer uno de los familiares de Flor.
La familia de la joven afirma que en tres meses, ni la Fiscalía General de la República, ni la Policía Nacional Civil han informado sobre avances en la investigación de su desaparición, a pesar de conocer del caso.
Cada semana, la familia viaja desde Acajutla, en el departamento de Sonosonate, hasta la oficina fiscal de Cojutepeque, en el departamento de Cuscatlán, para preguntar sobre los avances en la investigación. La única respuesta que han recibido en estos tres meses es: “que hay que esperar”.
“Lo que más me molesta y me duele es que el tiempo es oro, y si mi tía está con vida como yo siento, a tres meses no sé si está golpeada, si le están haciendo daño, si come, si le dan agua, no sé. Cuando fiscalía nos dice que no pueden revelar nada y pareciera como que la investigación está entascada, duele más. Es que es dar con el paradero de ella”, manifiesta uno de los familiares de Flor.
Audiencias.
La familia ha pedido una audiencia con el fiscal general, Rodolfo Delgado, sin embargo, aseguran que hasta el momento no han tenido suerte de ser correspondidos.
Se cumplen tres meses desde que mi tía desapareció, no tenemos respuesta, nadie llama al teléfono que tenemos, fiscalía no dice nada”. Familia de Flor María García Valle
Añadieron que también buscan reunirse con la encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes, para informarle del caso, dado que parte de la familia son ciudadanos estadounidenses.
Audiencias.
Meses atrás, la familia fue llamada por la Policía Nacional Civil para presentarse a la delegación de Acajutla en Sonsonate y según relataron, fueron revictimizados por el director de la corporación, Mauricio Arriaza Chicas y por el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, quienes les informaron que tenían la hipótesis que Flor se había ido de la casa por voluntad propia con otra pareja. La familia se negó a tomarse una foto con los funcionarios del gobierno y se fueron.
Ahora la familia cree que “Sí hubiese sido mejor darles la foto que tanto querían ellos, a lo mejor así nosotros pensamos que quizá así nos hubiesen ayudado”, aunque afirman que se sintieron revictimizados.
La joven de 33 años desapareció el 16 de marzo pasado, no portaba teléfono celular, y supuestamente abordó un bus de transporte colectivo, a pesar que tenía vehículo.
Su esposo dijo a su familia que había salido a las 6:30 de la mañana de la casa rumbo a San Salvador, y que no llevaba teléfono porque no tenía carga.