El puente les ayuda a cruzar el río Grande, afluente que en invierno es caudaloso y peligroso. / Rosa Fuentes.


Al menos 600 familias de tres comunidades, del cantón Las Delicias, de San Miguel, cruzan el río Grande en puente hecho de tablas.

Las comunidades de los caseríos Río Grande, Las Pilas y Apacunque deben cruzar el afluente para acudir a la unidad de salud, comprar, o los niños, para ir a la escuela en el municipio de San Miguel.



"Pedimos de manera urgente una pasarela o un puente, el riesgo es diario y se empeora en época de invierno que es cuando ya han ocurrido desgracias", manifiesta Esther Díaz, una habitante del caserío Río Grande.

El puente es sostenido por unos soportes de madera, llantas y piedras, que la comunidad puso para cruzar el río.

El presidente de la Asociación de Líderes Comnales, Javier Umaña, dice que con esfuerzo construyeron un puente de concreto, pero en el reciente invierno una corriente acabó con su construcción y tuvieron que improvisar para no quedar incomunicados.



"Quisiéramos que el presidente o el alcalde actual nos ayuden a solucionar el problema, si tenemos que ayudar en algo lo hacemos con lo poco que podamos", dijo Umaña .

La preocupación de la comunidad es que en enero, los niños vuelven a la escuela y sea invierno o verano, temen que una corriente arrastre a un menor.