El Instituto de Medicina Legal (IML) registra que en los últimos 10 años, al menos una mujer fue asesinada, totalizando 4,888 asesinatos de mujeres en todo el país en ese período.

La cifra se reduce, levemente, en los registros de la Policía Nacional Civil (PNC) quien tiene consignados 4,841 feminicidios en esos 10 años; sin embargo, la Fiscalía General de la República (FGR) señala que los feminicidios, delito tipificado en la Ley Especial para una Vida Libre de Violencia, son 1,278 desde el 2012, cuando la referida ley fue aprobada.

Benjamín Cuéllar, defensor de derechos humanos, dijo que las estadísticas desiguales de la Fiscalía, Medicina Legal y la Policía son un reflejo que el fenómeno no se está tomando en serio.

Las estadísticas revelan que en 2011 fue el año que más mujeres fueron asesinadas, 630 de los 4,360 homicidios que ocurrieron ese año; es decir, el 14.4 % de las muertes violentas fueron mujeres.

Ese año, en el municipio de San Miguel fue el lugar escenario de la mayoría de feminicidios, 46 casos según la PNC.

La información proporcionada por las autoridades señala que la mayoría de mujeres han sido asesinadas con arma de fuego, seguidas por armas blanca y algún tipo de objeto que causó golpes “contundentes”. Al menos 425 mujeres fueron asesinadas con otro tipo de armas o no se determinó cómo fue provocada su muerte.

En los mismos 10 años, la capital salvadoreña acumuló más feminicidios: 379 según la corporación policial; San Miguel sigue en la lista con 273 asesinatos de mujeres y Soyapango, al oriente de San Salvador, en tercer lugar con 215 casos.

El criminólogo, Ricardo Sosa, afirmó que son tres segmentos de mujeres los más atacados: las de 25 a 29 años de edad, en primer lugar; las de 20 a 24 en segundo y las de 15 a 19 en tercero.

“La verdad es que la violencia feminicida en El Salvador está destacando por los feminicidios por sus parejas sentimentales, compañeros de vida u esposos, siguen siendo una de las características fundamentales porque a la base existe una relación de poder”, explica Sosa.

Además, dice que muchas de esas situaciones son por problemas financieros, “situaciones en las cuales el hombre no puede controlar su mala administración, pero también tienen a la base, situaciones de machismo a través de los celos”.

Por su parte, Ima Guirola, vocera del Instituto de Estudios de la Mujer “Norma Virginia Guirola de Herrera” (Cemujer) explica que en el país la violencia hacia la mujer se ha naturalizado.

“Desde las actitudes más cotidianas podríamos decir, actitudes prácticas de violencia de género que dejamos pasar, como por ejemplo un insulto, el acoso sexual en la calle”, señala.

Guirola señala que las mismas mujeres han tenido una actitud no solo de naturalización, sino de individualidad.

“Nos hemos ido convirtiendo en una sociedad indolente, que está viendo individualidad porque no le queda más, entre el miedo y la comodidad hay un amplio margen que luego nos lleva a la indiferencia. Es un tema idiosincrático, nos cuesta que cale esa consigna que si tocan a una nos tocan a todas”, explica.



El 25 de noviembre del 2010, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley Especial para una Vida Libre de Violencia contra la Mujer (Leiv), que tipificó el feminicidio como delito penado con 35 años de cárcel y 50 si es feminicidio agravado. Sosa dice que la ley es un buen instrumento pero que ninguna ley va a combatir el problema “la ley tiene función de espejo”, dice.

“Una ley por naturaleza no va a combatir la acción de cualquier tipología de delito, yo considero que la ley integral especial es un buen instrumento que tiene muchas ventajas competitivas con otros marcos regulatorios mundiales, donde encuentro la debilidad es que el Estado salvadoreño no está preparado para brindar la asistencia en estos casos; hay que observar los presupuestos de la Fiscalía General de la República y de la Policía Nacional Civil, son débiles”, dice.

Benjamín Cuéllar también explica que “hay quienes” en lugar de ver el fenómeno tratan de justificar que son más los hombres que son asesinados.

“Hay quienes quieren justificar que mueren más hombres, pero el problema no tiene que ver con la cantidad; tiene que ver con el fenómeno”, señaló.

El año pasado, la Policía Nacional Civil y el Instituto de Medicina Legal registraron 469 feminicidios, es decir, el 14 % de los homicidios ocurridos en todo el año. La Fiscalía General de la República registró solo 334, según la información entregada por la oficina de Información Pública, solicitada por este medio.