Foto: Lomi Kriel


La esposa de un subsargento de la Fuerza Armada, asesinado en el año 2012 en el municipio de Apopa, se encuentra detenida en Estados Unidos a la espera que un juez revise su caso y no la deporte a El Salvador.

Blanca Vásquez tuvo que huir el año pasado del país con su hijo Luis, de 12 años de edad, tras recibir amenazas de pandillas luego del asesinato de su esposo Juan Landaverde. Su hijo mayor, William, huyó un año antes a EE.UU.; donde luego de permanecer en un centro de detención de inmigrantes en Nueva York, las autoridades conocieron su caso y le concedieron asilo.

El joven contó a las autoridades estadounidenses que el Ejército salvadoreño lo culpó del crimen de su padre, ya que él se negó a revelar las identidades de los miembros de pandillas que lo asesinaron por temor a represalias en su contra y en la de su familia. Según señala una publicación del Houston Chronicle, William, intentó ingresar a las filas del Ejército, pero unos soldados cuando se dieron cuenta que era el hijo de subsargento Landaverde, lo golpearon; además el joven dijo que también las pandillas intentaron asesinarlo.

El oficial de asilo determinó que el joven necesitaba la protección de refugiados y por ello le permitieron permanecer en EE.UU. Sin embargo, su madre no ha corrido la misma suerte. Luego de cruzar la frontera, fue separada de su hijo Luis y llevada a una prisión federal. El artículo del Houston Chronicle indica que un oficial de asilo determinó que Blanca no tenía un temor creíble para regresar a El Salvador.

Vásquez, junto a otros cuatro padres centroamericanos, fue a corte en noviembre del año pasado. Luego de ese juicio, el juez preguntó a los padres si tenían algo que decir. La salvadoreña respondió: ""He perdido todo. No sé cómo (mi hijo) es ... Tengo que ir a donde está", cita el Houston Chronicle.

La mujer está a la espera que un juez de inmigración revise su caso, mientras que su hijo Luis, estaría en un refugio para niños en en Nueva York.