La decadencia del Imperio Bizantino en la parte final del siglo XV, durante el ocaso del medievo; se desmoronaba la región oriental del Imperio Romano por graves fracturas internas que lo debilitaron y dividieron la iglesia católica; entonces estuvo de moda las “discusiones bizantinas”, al grado que los historiadores recogen jocosas anécdotas referidas al trágico episodio en que mientras los otomanos cercaban y ocupaban la bella ciudad de Constantinopla, capital del Imperio Bizancio (año 1453), espacio que hoy ocupa Estambul en Turquía, estos discurrían apasionadamente inútiles teoremas religiosos intrascendentes como: cual es el sexo de Los Ángeles ?, si el Espíritu Santo corresponde al Cristo o al Padre, atribuyéndoles el anovelado absurdo de discernir el color de los ojos de Maria, o si el agua seguía siendo bendita después de haberse ahogado una mosca.

El nuevo invento de Bukele de hacer del Bitcoin una moneda de curso legal, aun cuando ningún país del mundo en su sano juicio lo ha legislado, es una capricho más a su bancada cían para otro “decretazo” legislativo. El tema tiene toda la pinta de una discusión bizantina, una nueva cortina de humo tejida por su flamante equipo de asesores venezolanos, que uno tras otro sacan “conejos” del sombrero inagotable del retorcido laberinto del pensamiento bukeliano para distraer la atención nacional de los verdaderos problemas. Creer que el Bitcoin resolverá la bancarizacion sacando de la informalidad al 70% de la economía del país, solo podría estar ocultando el inminente riesgo del desplome de la dolarizacion y un “corralito bancario” ante la descomunal deuda externa y el irresponsable manejo de las finanzas publicas. El Bitcoin mas bien podría proporcionar legal cobertura para el manejo subterráneo y sin controles del lavado de capitales procedentes de la corrupción y narco actividad.

Bajo la agenda Bizantina de Bukele, los temas reales y de fondo en la coyuntura son la inminente profundización de la crisis económica y social del país que tiende a complicarse, entre otros, por el irresponsable manejo de una política exterior cada vez más confrontativa, que como en el Quijote, enfrentada a imaginarios “molinos de viento”. Es irresponsable hacer de las beneficiosas relaciones diplomáticas con China, un absurdo tema de enfrentamiento y contraste con las relaciones con EEUU; es posible manejar en armonía ambos vínculos; toda América asi lo hace, el mejor ejemplo es Panamá donde se considera existen realmente intereses estratégicos globales para las potencias como El Canal, ademas de todo un portentoso Centro Financiero Internacional donde concurren muchos intereses, y sin embargo, el gobierno panameño ha tenido la inteligencia, sensatez y ponderación de llevar las relaciones de manera constructiva y en paz con ambas potencias en beneficio de su nación.

El nuevo flanco diplomático abierto por la crisis entre el régimen de Bukele y la OEA de Almagro es por la cancelación del acuerdo de la CICIES, (Comision Internacional Contra la Impunidad en El Salvador) esto es lo que realmente está tras la discusión Bizantina del Bitcoin. La carta publicada por Almagro como Secretario General desnuda a Bukele respecto a su perversa intención de utilizar la CICIES, mecanismo internacional de investigación sobre la impunidad y corrupción, para perseguir a quienes considera sus adversarios políticos mientras presiona por ocultar e impedir la publicación del informe que abarca doce expedientes que constatan “una serie de irregularidades de apariencia delictiva”, presunta corrupción atribuida a funcionarios del actual gobierno, y al escandaloso decreto de la bancada cían que beneficia a funcionarios vinculados con hechos de corrupción (D. L. Nº 7, del 5 de mayo de 2021).

El comunicado de La OEA establece con claridad las acciones del gobierno de Bukele encaminadas a impedir el avance de las investigaciones sobre denuncias de corrupción de la actual administración, esto explicaría la premura de Bukele y su bancada al destituir al Fiscal General de la República, asegurándose la imposición irregular de un fiscal a la medida de sus intereses, asi como impedir las reformas que dieran mayor fuerza a la CICIES.

El comunicado de La OEA establece que La lucha contra la corrupción del gobierno es más un esfuerzo retórico que un objetivo político y ético, por lo tanto esta muy clara la obstrucción a la justicia por parte de Bukele y su régimen.