Propuestas que favorecerán a la niñez y juventud salvadoreña y, por ende, a la sociedad; ya que, muchos jóvenes y niños tendrán escuelas dignas y adecuadas donde asistir y, de esta manera, escapar de vicios y no ser presas de la delincuencia.
Todos sabemos que un pueblo sin educación no progresa ni sale del subdesarrollo, muchos también sabemos que el edificio legislativo requiere con urgencia de su construcción, pero ante dos eminentes emergencias es de sopesar los intereses y por supuesto inclinar la balanza a quienes más puedan favorecer en este caso. Soy del parecer que son urgentes ambas acciones, una para favorecer a un sector vulnerable que generará cambios positivos en un corto y largo plazo; y otra, el personal que labora en la Asamblea Legislativa corre un riesgo inminente. Un consejo: mejor reubiquen a los empleados.
Vaya pequeño dilema, que no es solo de opinar a la ligera, se debe analizar con tiempo y cabeza fría si la verdadera intención no solo es populista, sino de favorecer a un pueblo con esperanzas. El presidente de la Asamblea Legislativa Dr. Norman Quijano debe analizar antes de actuar.
Pensar en construir escuelas y bibliotecas es un aliciente para nosotros los educadores de vocación, es conocido de todos que nuestra juventud y niñez necesitan invertir su tiempo en tareas educativas para prepararlos para una vida laboral productiva, esto se puede lograr únicamente construyendo escuelas modelo que motiven el interés a asistir y no a desertar. Fenómeno que en los últimos años se ha suscitado, ello debido no solo a la delincuencia y pobreza, también a la falta de recursos con el que adolecen las escuelas debido a un bajo presupuesto para el ramo.
Es de suma urgencia replantear una reingeniería al proyecto de educación en este país, pero es de planificar tomando en cuenta a todos: los alumnos, los profesores, los directores, padres de familia, etc. El gobierno del profesor Sánchez Cerén dejó su legado en el ramo educativo, se debe revisar lo bueno para que continúe, como los paquetes escolares, uniformes y alimentación.
No es suficiente solo capacitar a los maestros, que dicho sea de paso, es de suma importancia, también se les debe dotar de buenas herramientas didácticas y pedagógicas y, un salario digno. Para que la educación sea de calidad se debe hacer un trabajo en equipo. Recordemos que los maestros en muchas ocasiones se trasladan a cantones remotos en donde no se les ofrece ningún recurso, llámese, vivienda, seguridad y transporte, entre otros.
Pensemos y replanteemos en realizar una buena y concienzuda reingeniería en todas sus áreas, que favorezca a todos, que se revise detalladamente la Ley General de Educación, volviéndola una Ley que armonice las relaciones del gremio. A los alumnos se les debe dotar de recintos escolares en donde puedan sentirse cómodos con aulas equipadas con centros de cómputo, laboratorios, etc. Pienso que se deben implementar mejores métodos de aprendizaje para lograr una mejor enseñanza-aprendizaje, tomando en cuenta programas como los efectuados en Finlandia o los países asiáticos. Países que le apostaron a la educación para progresar en muchos aspectos.
Se necesitan más escuelas de tiempo pleno, en donde los discentes realicen las tareas por la tarde bajo la supervisión de un maestro o tutor competente. Por otra parte, el aprendizaje de un oficio es una excelente idea para que se retome en todos los centros escolares; así las escuelas serían modelo hasta en sus municipios y comunidades. Acción que ayudará no solo a los alumnos sino también al Estado.
En el área rural, donde no se cuenta con energía eléctrica, lo cual vuelve difícil el aprendizaje de las tecnologías, se deben implementar programas enfocados en la agricultura. No se olvide el modelo STEAM para que la enseñanza sea de primer mundo.
Adelante señor Bukele, ojalá escoja a un equipo capacitado para dirigir el Ministerio de Educación.