La Asamblea aprobó el presupuesto ayer. / Archivo
La Asamblea Legislativa se aprobó este jueves un presupuesto de $58.3 millones para el año 2019 en medio de acusaciones entre el presidente legislativo Norman Quijano y el expresidente Guillermo Gallegos.
Quijano sostuvo que los $50.2 millones asignados a remuneraciones eran un presupuesto “irreal”. “Esos $50.2 millones era irreal, el presupuesto real era $52.2 millones, habían pasado el techo presupuestario. Eso lo vieron todos los diputados en el seno de la directiva”, afirmó.
Señaló que se encarecieron los arrendamientos de las sedes departamentales. “Un alquiler de $1,000 y la Asamblea está pagando $2,500 y hasta $6,000”, indicó.
Anunció que ha pedido renegociar el contrato de telefonía, ya que poseen 130 líneas y “más de 30 teléfonos con roaming a nivel mundial”. “Yo sigo usando el teléfono que yo pago”, expresó. Reveló que muchos diputados le han tocado la puerta “insistentemente” para pedir contrataciones o aumentos de salarios.
El diputado Guillermo Gallegos, de GANA, antecesor de Quijano, respondió que él fue el primer presidente de la Asamblea que no utilizó el fondo circulante y que en su gestión se dejaron de servir alimentos y redujo el gasto en viáticos y boletos.
Señaló que el gerente les dijo que “hay disponibilidad hasta para regresar dinero de la Asamblea” y rechazó el déficit. Agregó que los diputados son los que “se ponen de acuerdo” en contratar alquileres de las sedes departamentales.
“Yo entiendo que muchas veces se desconoce cuando se entra a dirigir, es bien complicado. No me puedo callar”, dijo; señaló que se contrataron 400 plazas. Quijano respondió que las contrataciones fueron 357 y fueron realizadas por los diputados entrantes, pero que los salientes se llevaron a su personal, 380 personas.
Se refirió a las contrataciones durante la gestión de Gallegos: “Hasta abril de 2018, la Asamblea contrató 500 plazas. El presupuesto de la Asamblea fue aprobado finalmente con 74 votos. El diputado no partidario Leonardo Bonilla votó en contra.