Altos funcionarios de los países del Triángulo del Norte y de Estados Unidos se reunieron ayer, con sus respectivos equipos encargados de seguridad, para conversar sobre la seguridad fronteriza, lucha contra la trata de las personas, las pandillas y el crimen organizado.

“Evaluar la participación de México, porque necesitamos un esfuerzo conjunto (...) No vamos a fallar en el cumplimiento de esos compromisos, que si bien es cierto son compromisos entre países son compromisos en función de garantizar mejores condiciones a nuestros ciudadanos”, dijo el canciller salvadoreño Hugo Martínez.

En marzo de 2015, El Salvador, Guatemala y Honduras se comprometieron con el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, a cumplir metas del plan Alianza para la Prosperidad. Ello permitió que el Gobierno de los Estados Unidos pidiera $1,000 millones para el plan y el Congreso estadounidense aprobara, en diciembre, $750 millones.

De los fondos bilaterales, El Salvador recibirá un primer desembolso de $65 millones que, según el canciller, “no depende de nada”, solo “de la prioridad” que El Salvador implementará, que será “seguridad” y sus componentes: prevención, persecución, rehabilitación y reinserción, y fortalecimiento institucional.

Para obtener fondos regionales, los países deben proponer proyectos como región y los desembolsos. El Salvador, de acuerdo al canciller, ya planteó a Honduras y Guatemala proyectos regionales para la seguridad fronteriza, lucha contra las drogas y contra los traficantes de personas.

Ayer se desarrolló una reunión en la que se valorarían los avances y se comenzaría a elaborar el plan de trabajo de 2017 para gestionar los recursos en Estados Unidos.

Sin embargo, el canciller aseguró que no hay condiciones para desembolsar los fondos. El Mundo le preguntó si la lucha anticorrupción es una de las condiciones para que Estados Unidos dé luz verde al 50 % de los fondos.

“Eso no es cierto, sí hay unos compromisos que adquirimos con el vicepresidente (Joseph) Biden y, en base a esos compromisos, se han programado los fondos. Por supuesto que, como toda cooperación, está sujeta a metas de cumplimiento”, respondió.

Aseguró que esos compromisos son la lucha contra el narcotráfico, la trata de personas, el fortalecimiento institucional, la transparencia, la lucha contra la corrupción. “En ninguna parte de la ley aprobada dice que esto está condicionado a crear una comisión internacional (contra la corrupción o la impunidad), sino más bien van a ir surgiendo los siguientes desembolsos de acuerdo al cumplimiento del mismo proyecto”. Otro de los compromisos son la facilitación del comercio, la ventanilla única y una ley de seguridad jurídica.

 

$65 Millones

Es el primer desembolso de Estados Unidos para El Salvador en el marco del plan Alianza para la Prosperidad.



$1,000 Millones

Es la contrapartida de El Salvador, incluida en el presupuesto 2016, como parte del plan Alianza para la Prosperidad.