El presidente de la República, Nayib Bukele, arremetió este lunes en contra de Javier Simán, presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (Anep), a quien acusó de tener "intereses políticos" y una "agenda de caos" contra el país.
En medio de la crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19, Bukele se distanció aún más de la Anep, reconocida como la federación más representativa entre la cúpula empresarial salvadoreña.
"Este personaje (Simán), del que todo mundo conoce sus aspiraciones políticas, no representa a la empresa privada. Su interés es que antes de la empresa privada, le vaya bien a él", aseguró el mandatario salvadoreño, ante los cuestionamientos de la prensa por el nuevo plan de reactivación económica, acordado sin la venia de la Anep.
El presidente anunció que, después de una cuarentena "absoluta" de 15 días más, el país deberá alistarse para una reapertura económica el próximo 6 de junio. O al menos a ese acuerdo llegó con 10 de los empresarios más grandes del país, con quienes se reunió por la tarde.
Entre los empresarios que se reunieron con el presidente y su hermano, Karim Bukele, están el presidente de Agrisal, Roberto Murray Meza; Ricardo Poma, de Grupo Poma; Francisco Calleja, de Grupo Calleja; Víctor Saca, de Laboratorios Vijosa; Roberto Kriete, presidente de la Junta Directiva de Avianca; Mario Salaverría, de la Asociación Azucarera de El Salvador (AAES); Diego de Sola, director ejecutivo de Inversiones Bolívar; Claudia Alexandra Araujo de Sola, presidenta del Comité Nacional del INCAE Business School; y miembro de otras empresas.
Tras desconocer públicamente a Simán al frente de la Anep el pasado 12 de mayo, Bukele también dio la espalda a la asociación en su conjunto. “Nosotros en la Presidencia vamos a salir en búsqueda de una solución. Este día, mientras los diputados se reunían con la Anep, nos reunimos con los empresarios más grandes del país y llegamos a un entendimiento”, afirmó.
Sin embargo, algunos empresarios con quienes se logró un acuerdo para abrir la economía son, de hecho, parte de gremiales afiliadas a Anep, que continúa siendo representante del sector empleador del país ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Simán reaccionó a través de su cuenta de Twitter. La Anep, aseguró, representa a 15,000 empresarios, 93 % de ellos pertenecientes a la micro y pequeña empresa.
"No hablamos por los grandes empresarios pues ellos buscan directamente resolver sus propios problemas. Nosotros buscamos resolver los problemas de todos los salvadoreños emprendedores que no son escuchados", indicó.
¿Por qué ocurre la ruptura?
Bukele recordó que el Ejecutivo llegó a varios acuerdos antes de la llegada de Simán, con Luis Cardenal como representante de la cúpula empresarial. Uno de los logros fue la aprobación de $1,000 millones en un plan de salvataje económico para pagar planillas, créditos, pago a proveedores y la devolución del IVA exportador.
"Ese paquete que se negoció con la Anep fue desconocido al primer día de que llegó el señor presidente de la Anep (Javier Simán)", dijo Bukele a un periodista de El Faro, que lo cuestionó por dejar atrás a la gremial y extender el diálogo con otros sectores.
"Nosotros tenemos interés que a la empresa privada le vaya bien, los empresarios tienen interés de que a la empresa privada le vaya bien, los trabajadores de la empresa privada tienen interés que a la empresa privada le vaya bien, a los que amamos nuestro país nos interese que a la empresa privada le vaya bien, pero a él (Simán) no, su agenda es el caos, caos sanitario, financiero, económico; así que, como hicimos con Gustavo Lopez Davidson (expresidente del Coena), así lo hacemos con él", dijo el presidente.
Para él, sin embargo, el desconocimiento a la Anep no constituye un rechazo a la empresa privada. "Hoy nos reunimos con Roberto Murray Meza, con Ricardo Poma, con Francisco Calleja (...) este es un dialogo sincero", afirmó.
Bukele invitó a "las 48 gremiales que conforman la Anep" a asistir al Ministerio de Trabajo y trabajar en el protocolo de reapertura económica.