Al cumplir su cuarto año de gestión al frente del Ejecutivo, el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, describió este viernes a un gobierno que cumple sus promesas y que ha sentado las bases de un país seguro, más competitivo y que ha visto disminuir la pobreza.

Ante una oposición que tildó este discurso de irreal y fantasioso, el gobernante rindió su informe , planteando que está cumpliendo objetivos y metas de su plan quinquenal y “los compromisos con el pueblo”. Mencionó logros en salud, educación, economía, inversión extranjera, diálogo político y seguridad.

Para el mandatario, los gobiernos del FMLN iniciaron en 2009 un cambio en la gestión de la economía nacional y su gobierno concretamente ha hecho del diálogo “una política de Estado”. Destacó que ha respetado el Estado de Derecho y avanzado en democracia y transparencia.

Así, señala como logros una reducción la pobreza en cerca de 10 puntos y extrema en más de seis puntos, la inversión de cerca de la mitad del presupuesto a la inversión social, el aumento de la cobertura de energía al 96 % y de agua al 88 %, la declaración de 94 municipios libres de analfabetismo y la construcción de 223 establecimientos de salud.



El mandatario también destacó que El Salvador avanzó 22 posiciones en competitividad ubicando al país en la sexta posición de América Latina y segundo en Centroamérica y afirmó que El Salvador dejó de ser uno de los países más vulnerables del planeta, mejorando 34 posiciones en el ranking.

Este panorama no es del todo bien visto por la oposición, cuyos representantes resienten mucho la falta de seguridad. Incluso GANA, que ha sido tradicional aliado político del FMLN, lo tildó de “informe más publicitario”. ARENA lo calificó de alejado de la realidad, ofensiva publicitaria y país de fantasía que no corresponde con lo que vive el salvadoreño común.

Pese que el discurso fue predominantemente optimista, el presidente salvadoreño habló en una ocasión de desafíos y tareas pendientes para ser “más productivo, educado y seguro, con justicia y paz”. En todo su discurso, se planteó dos retos más: mejorar el sistema previsional y lograr una reforma fiscal el próximo año. El FMLN se decanta por un sistema público de pensiones.