“Cualquier persona que intente entrar a los Estados Unidos está siendo devuelta inmediatamente a su país. (...) Los que intenten regresarse serán devueltos en menos de un día”, advirtió Mauricio Claver-Carone, asesor especial del presidente estadounidense, Donald Trump.
Aunque no detalló cuántas personas han sido enviadas de regreso a El Salvador desde que inició la crisis, sí puntualizó que las deportaciones continúan y “las fronteras están más resguardadas hoy, a niveles históricos”, en una teleconferencia con periodistas ayer.
En medio de la crisis de salud pública más desafiante de las últimas décadas, Estados Unidos reforzó el cierre de sus fronteras norte y sur. Hasta ayer, había 270,473 contagios de coronavirus y 1,480 muertes confirmadas en dicho país.
Se permiten, según el funcionario, el ingreso de trabajadores legales, comercio y seguridad de cadenas de distribución. Para el resto que no pueden ingresar, en cambio, “sigue la cooperación de repatriación a sus países”.
Las fronteras de El Salvador también permanecen cerradas para cualquier extranjero –y hasta salvadoreños varados en otros países–; sin embargo, aún ingresan migrantes deportados en medio de la cuarentena nacional decretada por el Gobierno.
¿Qué dice el Gobierno?
La comisionada de Operaciones del Gabinete de Gobierno, Carolina Recinos, aseguró el de marzo que “están suspendidos los retornos hasta nuevo aviso” y que, desde ese momento, “ya no estamos llevando a centros de cuarentena a los deportados”.
Tras conocer las disposiciones del gobierno estadounidense, sin embargo, no hay una postura oficial al respecto.
La Dirección General de Migración y Extranjería no tiene “información mediática sobre retornados en cuarentena”, indicó comunicaciones de la institución estatal. El Aeropuerto Internacional Monseñor Óscar Arnulfo Romero permanece cerrado hasta el 19 de abril, permitiendo solo vuelos humanitarios y transporte aéreo de carga.
