La embajadora de los Estados Unidos, Mari Carmen Aponte, dejó claro ayer que el futuro del país está solo “en manos de los salvadoreños” y, por tanto, todos los sectores, Gobierno, empresa privada y demás, deben asumir su responsabilidad.

“El país necesita voluntad política de todos los lados, que se comprometan y que trabajen duro para crear cambios reales y también duraderos”, aseguró.

Si bien reiteró que Estados Unidos “está listo” para ayudar al país, inmediatamente expresó: “Pero El Salvador debe tomar el liderazgo”. “Necesitamos un mayor compromiso no solo del Gobierno y de los socios internacionales sino también de cada sector de la sociedad salvadoreña”.

Uno de los temas que más urgen acciones “conjuntas” es la seguridad, según la embajadora. “Lo importante es que los salvadoreños en conjunto, no solo el Gobierno, la empresa privada, todos actúen juntos y decisivamente para combatir el flagelo de la violencia”, dijo, sin polarización.

Ella no se explica cómo los salvadoreños acabaron con la guerra y no pueden hacerlo con la violencia.

Nuevamente, Aponte se sintió optimista y dejó claro que así partirá de El Salvador, sin ceder a la desesperanza. “Rehúso irme del país deprimida porque no veo soluciones, las hay, las hay, hay que trabajar en ellas y eso nos toca a todos”, dijo con una voz enérgica. La diplomática destacó logros del “Asocio para el Crecimiento” y señaló que aplicarán lecciones aprendidas “para dar nuevos pasos”. Aseguró que la próxima embajadora “está ansiosa de llegar y continuar extendiendo el esfuerzo” y confía en que será recibida con la misma calidez que ella fue recibida en El Salvador. “Lo mejor de El Salvador es su gente”, dijo.