El canciller en funciones de El Salvador, Carlos Castaneda, en la Asamblea General de la OEA, en Washington. / Fotos: Nelson Rodriguez / OAS


El canciller en funciones, viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Castaneda, no emitió postura sobre una propuesta de aplicar la Carta Democrática a Venezuela ni sobre otra propuesta para exigir el cese de actos de violencia y destrucción de la propiedad en Nicaragua, durante la sesión plenaria del 48o. periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se desarrolla en Washington.

En la sesión plenaria, los cancilleres de Chile y Venezuela, Roberto Ampuero Espinoza y Jorge Arreaza, habían tenido un encontronazo. El primero llamó a aplicar la Carta Democrática a Venezuela y el segundo vinculando al actual presidente chileno a la dictadura de Augusto Pinochet.

El diplomático venezolano terminó insultando al secretario de la OEA, Luis Almagro, y refiriéndose a los países del grupo de Lima como “cártel”.

“Por más que pretendan con esos expertos del señor sicario general de esta organización estar llevando a Venezuela a organismos y tribunales internacionales, el pueblo de Venezuela dará todas las batallas que tenga que dar”, fueron sus palabras.

 

El turno de El Salvador

A la par del representante estadounidense, el vicecanciller salvadoreño manifestó que el diálogo que los reúne reviste importancia por el 70 aniversario de la fundación de la OEA. “Reconocemos sus múltiples aportes durante siete décadas a la comunidad internacional americana”, afirmó, refiriéndose a convenciones de derechos humanos, protección de las personas con discapacidad, adultos mayores y contra la violencia a la mujer. Castaneda leyó que por ello El Salvador ha ofrecido ser sede de la octava conferencia de seguimiento de la Convención Belem do Para.



Habló de migración, instando a los países a crear “métodos y mecanismos de cooperación que potencien la migración como lo que es, un catalizador de desarrollo” y al “reconocimiento de su contribución al desarrollo” “sin que su estatus migratorio nos lleve a hacer algunas diferencias”.

Luego, aseguró que “con respecto al pilar de democracia” consideran que “su fortalecimiento en el hemisferio tiene como aliado la promoción del diálogo y de la paz sin exclusiones”. Agregó que en el contexto mundial de desigualdad, intolerancia, crisis ambiental, es necesario privilegiar el diálogo “sin exclusiones”. “Solo así podemos garantizar que nuestra región se mantenga en paz”, finalizó.

El Grupo de Lima, 14 países de las Américas, intenta aprobar una resolución para rechazar las elecciones del 20 de mayo en Venezuela; y Estados Unidos pidió suspender a Venezuela como país miembro para lo cual requieren al menos con dos tercios de los 34 miembros de la Asamblea General de la OEA.